Sasturain: “Una biblioteca abierta”
Una de las claves para que la promoción de la lectura tenga algún efecto –y en esto coinciden casi todos los especialistas– es el fortalecimiento de las instituciones que actúan como “mediadoras”, y por eso siempre es importante observar las políticas y los paradigmas que atraviesan las distintas bibliotecas y, en especial, la Biblioteca Nacional, desde donde Juan Sasturain, su flamante director, con quien dialogamos, ha vuelto a poner la centralidad en la “democratización”, en la “apertura”, como ocurría durante la gestión de Horacio González. “La idea es acercar el conocimiento a todos de forma gratuita, como pasa también con la escuela pública”, dice, y agrega que para ello, entre otras cosas, hay que tratar de desterrar la imagen de las bibliotecas como algo intimidatorio.
En cuanto al fomento de la lectura, no cree en las campañas ni en la retórica con que usualmente se pretende interpelar a los potenciales lectores. Ni tampoco considera que los escritores, como viene sucediendo, deban amoldarse a la capacidad –o déficit– de atención del lector y escribir, entonces, novelas cortas y sin demasiadas complejidades sintácticas, retóricas o estructurales, o textos donde parecieran prescindir del lenguaje, o del estilo, que es lo esencial de la literatura, para poner el foco en la trama o los personajes, como si estuviesen escribiendo un guion.
“De cualquier modo, y volviendo al tema de la promoción de la lectura –apunta Sasturain–, yo no sé de estrategias. En lo único que creo es en la posibilidad del contagio. A nadie hay que decirle lo que hay que hacer. El ‘tenés que’ no sirve para nada. Lo que hay que hacer en todo caso es favorecer el contacto con los libros. La Biblioteca Nacional, en ese sentido, no debe ser solamente el lugar donde están los libros encerrados. La comunidad tiene que enterarse de que las cosas están ahí y, si quieren, echarles una mirada y, si lo hacen, que sea de fácil acceso. La función de la Biblioteca Nacional, que por cierto no tiene que ser del gobierno sino del Estado, es tratar de generar la mayor cantidad de experiencias de lectura entre la gente”.
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