“El Covid-19 tiene una letalidad más baja que la que producen los virus de la gripe cada año”
que despierten anticuerpos eficientes”.
Según Luján, aunque estas investigaciones llevan tiempo, en casos urgentes como el actual y con recursos adecuados todo el proceso puede hacerse en semanas. “Estoy seguro de que ya hay laboratorios induciendo estas modificaciones. Pero el problema viene después, porque tras la teoría hay que hacer ensayos reales, con animales y personas. Todo esto puede costar US$ 1.500 millones y tomar años”.
De la misma manera piensa el médico Hugo Dibarboure, gerente de Asuntos Públicos del laboratorio Sanofi Pasteur. “Cuando es un agente infeccioso nuevo, como pasa con este, el proceso de desarrollar una vacuna es largo: los investigadores deben encontrar un prototipo prometedor, lo que implica identificar proteínas virales capaces de desatar una respuesta adecuada, algo que puede llevar meses. Ya con esos antígenos se puede empezar a trabajar y planificar ensayos de seguridad y de eficacia en animales y personas. Todo eso antes de que los organismos regulatorios aprueben un producto. Suele llevar años y requerir grandes inversiones”.
De todos modos, los expertos resaltan que, sean vacunas o antivirales, la industria farmacéutica no va a comenzar a producir tratamientos en gran escala hasta que se determine en detalle el costo-beneficio, basado en el impacto real sobre la salud pública que tenga el coronavirus. “Hasta hoy, los datos epidemiológicos indican que es una afección menos peligrosa que la influenza o gripe común. Aunque, claro, eso puede cambiar”, destacó Dibarboure.
Tal vez por eso Freuler recomendó que, mientras se sigue investigando, “lo mejor que podemos hacer es recurrir a medidas de prevención efectivas: lavado permanente de manos y, en caso de síntomas, hacer una consulta médica inmediata”.
n“No hay que preocuparse, hay que ocuparse”, recomienda la doctora en medicina Guadalupe Carballal, directora de la Unidad de Virología del Cemic al hablar del nuevo coronavirus (Covid-19) que surgió en China a fines de 2019 y que se ha expandido por el mundo con más de 85 mil casos en 54países. Experta en virosis respiratorias, la ex investigadora del Conicet y actual profesora del Instituto Universitario Cemic y la UCA afirma que la población no tiene que entrar en pánico sino tomar las medidas de prevención adecuadas ante la posibilidad de que “en cualquier momento” aparezca un primer caso confirmado del nuevo coronavirus en el país.
—¿Qué se conoce sobre el Covid-19?
—Es un virus nuevo de una familia ya conocida que incluye dos coronavirus muy patógenos, como el SARS y el MERS, que producen infección respiratoria aguda grave con elevada letalidad, y otros menos patógenos que producen cuadros respiratorios leves. Estos últimos los hemos detectado en Buenos Aires. Este nuevo virus emergente, el Covid-19, surgió a fines de 2019. Cuando un virus nuevo enfrenta una población sin ningún tipo de inmunidad se produce lo que está pasando: un brote epidémico inicialmente localizado que luego se disemina a otros países y continentes. Por ello probablemente tendremos una pandemia en poco tiempo. Lo más importante es que la población no debe entrar en pánico, porque este es un virus respiratorio como tantos otros que circulan. Si bien el Covid-19 afectó a miles de personas, la letalidad es muy baja. Es alrededor del 2%, mucho más baja que la que producen los virus de influenza cada año.
—¿La temperatura influye en la propagación del virus?
—La temperatura ambiente en sí no es lo que afecta al virus. El riesgo es estar en lugares cerrados (subte, escuela, cine, etc.) sin ventilación y, por lo tanto, con mayor posibilidad de contacto con secreciones respiratorias infectadas de otras personas. Pronto llegará el otoño y el invierno, por ello el riesgo de infección será mayor al estar en ambientes cerrados o en aglomeraciones de individuos que podrían estar infectados, ya sea con síntomas o asintomáticos, y pueden estar diseminando este o los demás virus respiratorios.
—¿Por qué algunas personas son asintomáticas y otras desarrollan neumonía grave?
—Se ignora aún por qué algunas personas son asintomáticas, habrá que investigarlo. Pero eso sucede también con otros virus, como el rinovirus que causa el resfrío común. Con este nuevo coronavirus se está observando que los casos fatales han ocurrido en adultos mayores y con comorbilidades previas (por ejemplo, pacientes con patologías respiratorias, cardíacas o inmunosupresión). No se han publicado hasta el momento casos fatales en adultos jóvenes ni en niños. Esto es una gran ventaja y una diferencia con los virus de influenza. La pandemia de gripe H1N1 afectó a todos los grupos etarios pero presentó mortalidad en mujeres embarazadas y adultos jóvenes sin patologías previas. El H1N1 es mucho más patógeno que el Covid-19. Por eso no hay que entrar en pánico, pero sí ocuparse.
—¿Qué se puede esperar para la Argentina? ¿Cómo evalúa las medidas que ha tomado el Ministerio de Salud?
—Se puede esperar que en cualquier momento aparezca el primer caso. Eso va a pasar, sería un milagro que no suceda. Me parece que se han tomado las medidas correctas.
yQuizás sería necesaria más información para la comunidad acerca de las medidas de prevención a nivel individual. Por ahora, las medidas son suficientes. Cuando ocurran los primeros casos y aparezca un brote, habrá que tomar otras medidas, como, por ejemplo, las que se tomaron en la pandemia de influenza H1N1, como el cierre de escuelas.
—¿Cuáles son las medidas de prevención?
—La principal medida de protección sería contar con una vacuna, así como tenemos para influenza. Pero lamentablemente la vacuna no está aún disponible porque el virus es muy nuevo. Por suerte, con toda la tecnología existente, el virus fue aislado y secuenciado muy rápidamente; es decir, se conoce completo su genoma. Esto ha permitido desarrollar los métodos de diagnóstico molecular que se están empleando en la actualidad. También se podrá hacer una vacuna, pero no en menos de un año por razones inherentes a los estrictos controles que requiere una vacuna de uso humano. Mientras tanto, debemos tomar medidas de prevención a nivel individual. Es fundamental el lavado de manos con agua y jabón y secarse, no con una toalla que usaron veinte personas sino con papel descartable. También la higiene de superficies: manijas de puertas, botones de los ascensores, etc., todo lo que uno toque. La otra recomendación muy importante es la vacunación para los virus de influenza. En abril/mayo comenzará la campaña de vacunación 2020. Los adultos mayores también deben vacunarse contra el neumococo. Además, se debe consultar al médico ante síntomas que podrían ser de esta enfermedad.
—¿Cuáles son las dificultades para desarrollar un antiviral?
—Antivirales para este virus no hay disponibles aún. Se han ensayado varios pero con poco éxito. Como es un virus nuevo primero hay que cultivarlo en cultivos celulares y luego ensayar distintos compuestos para ver si se inhibe la replicación del virus o no. Luego, es necesario determinar que estos antivirales no presenten toxicidad para el ser humano, proceso largo y complejo. Varios laboratorios internacionales están trabajando activamente en lograr el antiviral específico para el Covid-19.
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