Alberto F recalcula Cambia ejes de gestión y espera mayor recesión por el virus
En los últimos tres días se triplicó la venta online y crecieron hasta 50% las compras en supermercados. El Gobierno aplicaría la Ley de Abastecimiento por faltantes de productos.
Por el shock externo, el Presidente relega el arreglo de la deuda, la legalización del aborto y la reforma judicial. Economistas empeoran pronósticos de caída del PBI y se aleja una posible reactivación. Menos exportaciones y caída del turismo y el comercio, claves.
Sobre llovido, mojado. La frase popular resume la situación de la economía argentina frente al coronavirus. Distintos consultores y especialistas consultados por PERFIL empeoraron sus pronósticos de actividad y anticipan la continuidad del cuadro recesivo y una caída del PBI similar o mayor a la del año pasado.
La baja en el 2019 fue de 2,1% y para este año, antes del coronavirus, se preveía una caída de alrededor del 1%. Pero ahora las estimaciones vuelven a estar en torno a los dos puntos.
Caída mundial del nivel de actividad, menor comercio exterior internacional, retracción de los precios de las commodities es el “cóctel” explosivo en medio de la convulsión de los mercados y con el plan de reestructuración de la deuda a punto de lanzarse.
“El efecto del coronavirus sobre la economía argentina va a ser muy negativo, sin dudas. Primero porque colapsaron los mercados mundiales, esa es la primera vía de contagio para la economía argentina”, indicó el economista de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina. “Hay depreciación de las monedas, y eso pega en generación genuina de dólares, es decir, en exportaciones, precios internacionales, las commodities, se cierra China, por un tiempo, no sabemos cuánto. Es decir, caída de exportaciones por precio y por volumen e incluso está el cierre del turismo receptivo, sobre todo Europa, que es el más relevante y el que deja más divisas para la Argentina”, explicó.
Ante la falta de dólares, se prevé la continuidad de las restricciones para cuidar las reservas. A eso se suman las medidas que se puedan imponer en función del avance del virus en el país, con lo cual va a empezar a tener incidencia en las distintas actividades. Con la gripe A, entre junio y agosto de 2009, “se suspendieron los teatros, las actividades deportivas, se extendieron las vacaciones escolares, con lo cual, todo esto implica un impacto que aún no se puede calcular”, subrayó Sigaut Gravina. “Con estas circunstancias, la retracción va a ser mayor, cercana al 2%”, agregó.
Nicolás Alonzo, economista de la consultora de Orlando J. Ferreres, enfatizó que sin dudas, lo que podría registrarse
como una tenue recuperación de algunas actividades económicas en los próximos meses ahora se presenta un panorama sumamente distinto. “Va haber menor nivel de exportaciones, y con una demanda interna que continuará deprimida, seguramente el nivel de actividad económica va a estar más resentido”, subrayó.
Estimó que las exportaciones podrían tener una caída de entre 3 mil y 4 mil millones de dólares, lo cual es una cifra relevante. El economista puntualizó que antes de la situación del coronavirus se estimaba un nivel de descenso de entre el 1,2 y 1,5%, pero que ahora, con esta circunstancia, habría un piso recesivo del 2%, similar al del año pasado.
Las posibilidades de recuperación del salario y del poder adquisitivo se diluyen en función de un nivel de inversión que no va a mostrar mejoras, ya que las principales sectores que generan pues tos de trabajo, como la construcción, la energía y la industria automotriz no muestran ninguna señal de mejora. “Además, la inversión es factible que vuelva a caer, con lo cual, por ahora una recuperación económica está muy lejos”, sentenció.
Por su parte, Jorge Vasconcelos, economista director del Ieral, integrante de la Fundación Mediterránea, aseguró que aún es “prematuro calcular qué impacto económico va a tener, pero el cuadro recesivo continuará, porque habrá caída de exportaciones, menor movimiento turístico y una demanda interna, que ante el miedo que representa esta situación, se va a mantener retraída”. En su consultora todavía no revisaron la proyección del nivel de actividad para este año, que estimaba una baja de 1,5%. Y coincidió en que podría llegar al nivel de 2019.
Para el econom i s t a y consultor Raúl Ochoa , “i mpactará en el nivel de actividad, en las posibilidades de recuperación, en el tipo de cambio, en una mayor presión inflacionaria, menor nivel de exportaciones y en las oportunidades para generar condiciones de una mejora del salario real”. Un ex funcionario del macrismo estimó que “es factible que se vaya a un mayor cierre de la economía y protección de la industria local”.
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