Sin Feria y sin libros
Respecto a la Feria del Libro de este año, PERFIL dialogó con María Teresa Carbano, presidenta de la Fundación El Libro.
—Más allá del comunicado de suspendiendo la Feria del Libro, ¿cómo impacta esta decisión de fuerza mayor en el sector?
—Es un fuerte golpe para un sector en estado crítico. La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires es el más importante acontecimiento cultural de América Latina y, a su vez, el más importante hecho comercial para el sector no solo por la presencia del público sino por lo que significan las Jornadas Profesionales, que se realizan previa inauguración de la Feria. En dichas Jornadas se contactan libreros nacionales e internacionales y significan oportunidades concretas de realizar exportaciones. Y no quiero dejar de señalar lo que significa para el público que siempre vive la Feria como una fiesta de la cultura, el encuentro con escritores, la asistencia a conferencias, charlas y debates. Nos perdemos la fiesta de la cultura en su realización temporal habitual.
—¿Existen posibilidades de realizarla antes de fin de año? ¿Qué dificultades enfrenta la Feria para eso?
—Lo estamos evaluando. Las dificultades tienen que ver principalmente con lo incierto del momento actual, que no se puede proyectar con certezas y, desde ya, con la existencia de disponibilidad física en el predio.
—¿Cuáles son las problemáticas que más impactan en los distintos sectores que participan de la Feria?
—El factor económico es contundente. Nos afecta a todos los que participamos como expositores, a los diferentes proveedores que con su trabajo posibilitan la realización de la Feria, logística, gastronomía, y la lista sigue. Los autores también se ven afectados porque las editoriales estamos lanzando menos novedades, ergo, se publica menos. Y resalto la pérdida de la oportunidad para los libreros de Argentina de comprar con el programa Librero Amigo, con el 50% de descuento en los tres días de Jornadas Profesionales y gozar del envío gratuito que realiza la Fundación a sus librerías en todo el país. Beneficio que también tienen los Profesionales del exterior que nos visitan, quienes también tienen el despacho gratuito a cualquier lugar del mundo. Son 200 kilos al interior y 50 al exterior, sin cargo. Esto estaba pautado para fines de abril. Se pierde.
—¿Cuál es su visión a mediano plazo sobre el mercado del libro en el país? —En la realidad de hoy, sería una visionaria si respondiera con algún grado de certeza. Las ventas, que venían en caída desde 2016 y que aún ni siquiera habían llegado a una meseta, se están desplomando en estos días. Solamente la garra de autores, editores, gráficos y libreros para superar la situación actual y la imprescindible ayuda que se brinde desde el sector público, nos podrá poner en pie. Se sigue trabajando fuerte, no se bajan los brazos, pero el impacto económico es brutal.
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