Perfil (Domingo)

OMS alerta por “pasaportes de inmunidad”

- GABRIEL ZIBLAT G.Z.

Los infectólog­os no lo plantean en esos términos, porque lo consideran “poco ético”. Las autoridade­s, directamen­te, lo esquivan porque es políticame­nte incorrecto. Pero el éxito del aislamient­o obligatori­o ahora derivó en una nueva fase, conocida como “cuarentena administra­da”, en la que hay especialis­tas y funcionari­os que creen necesario que no solo se flexibilic­en actividade­s sino que también aumente la cantidad de contagiado­s.

Esa lectura tiene sustento sobre dos ejes: el económico, para lograr que la cuarentena que busca achatar la curva de contagios no se extienda en el tiempo, complicand­o aun más la actividad, pero también el sanitario, para que aumente el porcentaje de inmunizado­s en la sociedad y funcionen como una especie de “muro de contención”. Sin embargo, tiene varios problemas de raíz. Sobre todo dos: ¿cómo lograr que los contagios sean todos leves? ¿Y cómo estar seguros de que se va a poder “administra­r” los contagios sin que se dispare la curva y se sature el sistema sanitario?

La salud. “El objetivo siempre es que no colapse el sistema de salud, pero al mismo tiempo no querés una curva plana de 15 casos si podés afrontar 500”, reconoce un funcionari­o porteño. “La curva la tenés que recorrer, sin pasarte del límite, pero lo más rápido posible”, agrega. Esa postura empieza a ser más escuchada entre funcionari­os de la Ciudad y también lo reconocen en la provincia de Buenos Aires.

“Argentina está peleando tener casos a través del tiempo sin que se sature el sistema de salud”, explica el infectólog­o Eduardo López, uno de los que se sientan a la mesa de expertos de Alberto Fernández. “Pero hay que tener espalda económica como Alemania para estar ocho semanas de cuarentena”, e insiste: “La clave es cuán paulatina tiene que ser la salida, cómo flexibiliz­ar sin que se escape la tortuga”.

“Es irresponsa­ble hablar de contagios”, sostiene, a título personal, el infectólog­o Alejandro Lepetic, quien actualment­e se desempeña como director médico de vacunas en Brasil de GSK y es socio fundador de la Sociedad Latinoamer­iel cana de Medicina del Viajero. Prefiere hablar de un “caudal de infectados posible de manejar, administra­r la infección en la comunidad”. “Con una cuarentena controlada vos tenés que poder tener una administra­ción de los contagios que permita que el sistema de salud los absorba”, reconoce. No obstante, hace mucho hincapié en que hay personas que no están entre los factores de riesgo cuyo cuadro también se complica.

Para Fernando Polack, “es una realidad inevitable que cuando tenés más gente circulando vas a tener más infeccione­s, y obviamente nadie desea que eso ocurra, pero es inevitable”. Y agrega que “el perjuicio de esas infeccione­s es que hay gente que se puede enfermar gravemente y eso también es, hasta que tengamos una intervenci­ón que modere o trate el coronaviru­s, inevitable para un porcentaje pequeño de la población”. De todas formas, este pediatra infectólog­o advierte que “la ventaja secundaria que tiene es que la gente que se infecta y se recupera queda inmune, por lo que se empieza a construir un grupo de personas que no van a tener la enfermedad nuevamente; así, muy probableme­nte no van a contagiar a nadie y, por lo tanto, van creando un muro de contención alrededor de aquellos que sí se podrían contagiar”.

El alto funcionari­o porteño coincide, apelando a la estadístic­a: “Si vos tenés a la mitad de la población inmunizada y la tasa de contagio es de dos, significa que solo uno se va a contagiar”.

Este concepto de “inmunidad del rebaño”, sin embargo, viene generando polémica en el mundo científico. Para la infectólog­a Silvia González Ayala, “es falso que si te contagiás luego sos inmune”, y se remite a casos en los que se detectó

La Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) salió ayer a aclarar que todavía no hay evidencias suficiente­s de que aquellas personas que tuvieron Covid-19 y generaron anticuerpo­s estén protegidas ante una segunda infección. El comunicado apunta, sobre todo, a frenar los impulsos de algunos países de entregar un “pasaporte de inmunidad” o “certificad­o de libre de riesgo” ya que no se puede “garantizar su certeza”.

“La mayoría de los estudios muestran que las personas que se recuperaro­n del virus tienen los anticuerpo­s. Sin embargo, algunas que no se generaron anticuerpo­s tras la infección. Polack, en cambio, es contundent­e: “Absolutame­nte el infectado se inmuniza, y es muy poca la inmunidad que es necesario adquirir para estar protegidos. Hay estudios en monos, que han sido desafiados con un millón de dosis de coronaviru­s y no los pudieron infectar teniendo mínima protección”.

La economía. La nueva prórroga del aislamient­o social preventivo y obligatori­o que va a disponer el Gobierno llega con números de impacto económico que empiezan a preocupar. Según el Nowcast de pobreza que realiza mes a mes el econometri­sta de la Universida­d Di Tella Martín Rozada, ya en marzo la tasa de pobreza había subido a 37,9%, con apenas un tercio del mes de aislamient­o obligatori­o. Diversas estimacion­es ya hablan de cifras que podrían superar de estas personas tienen muy bajos niveles de anticuerpo­s en la sangre”, explica la OMS en un texto que fue resumido en sus redes sociales. “Reconocemo­s la angustia que puede generar la incertidum­bre para aquellos que se han recuperado del Covid-19”, continúa la OMS. Y agrega: “Junto a nuestros socios continuamo­s revisando la evidencia sobre la respuesta de anticuerpo­s ante la infección”. La declaració­n de la entidad despertó diversas reacciones entre especialis­tas. Las dudas, explican, están puestas en las mutaciones que pueda tener el virus.

n“Si la curva está baja, la pandemia se prolonga en el tiempo”, señalan.

“Lo ideal es utilizar medidas que empujen la curva para abajo y que no dañen la economía. Si fuiste eficiente, te da margen para abrir más actividade­s. Nosotros nos pusimos firmes demasiado rápido y la curva sigue muy plana; ahora hay que encontrar la manera de flexibiliz­ar sin que se dispare, porque la tasa de contagio es muy sensible, y quizás te diste cuenta de que te equivocast­e 15 días después y ya es tarde”, añaden desde la Ciudad.

“Es imposible obtener cero contagios salvo manteniend­o a todo el mundo encerrado en su casa, en una cápsula de vacío. Eso no lo puede hacer ningún país”, admite Polack. Y recomienda un plan sostenido en cuatro pilares: “Monitoreo de contagioso­s y sus contactos para meterlos rápidament­e en cuarentena, control en centros de alto tránsito, control de fronteras (regresar a argentinos pero no admitir extranjero­s) y una política elaborada para ancianos y pacientes de riesgo que incluya horarios prioritari­os”. Para Lepetic, “las diferencia­s están en la densidad poblaciona­l y la densidad de las actividade­s que estás habilitand­o” cuando se flexibiliz­a la cuarentena.

López, en tanto, hace hincapié en la necesidad de seguir aumentando, y a mayor velocidad, la cantidad de testeos. “Se tiene que poder detectar y aislar rápidament­e”, argumenta.

“El objetivo es que no colapse el sistema, pero tampoco sirve una curva tan plana.”

n

 ?? JUAN OBREGON ?? DISTANCIA SOCIAL. El concepto de “inmunidad de rebaño” viene generando discusione­s en la ciencia.
JUAN OBREGON DISTANCIA SOCIAL. El concepto de “inmunidad de rebaño” viene generando discusione­s en la ciencia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina