Perfil (Domingo)

Pandemia y Bolsonaro, un cóctel desastroso para Brasil

Pese a los 4.016 muertos por el coronaviru­s, el país está hundido en una polémica por el presidente y su errático accionar.

- AGENCIAS

“Es hora de hablar. El presidente está cavando su fosa. Que renuncie antes de ser renunciado”. “Ahórrenos, además del coronaviru­s, un largo proceso de impeachmen­t”.

Habitualme­nte moderado y alejado de las polémicas desde hace años, el ex mandatario Fernando Henrique Cardoso no tiene dudas: Jair Bolsonaro debe dejar el Palacio del Planalto.

La gota que colmó la paciencia de FHC, como lo conocen los brasileños, fue la decisión de Bolsonaro de echar a su ministro de Justicia, Sérgio Moro, el “héroe” del Lava Jato, símbolo de la lucha contra la corrupción que llevó a la cárcel a decenas de políticos, entre ellos al ex presidente Lula da Silva, y poderosos empresario­s.

Moro acusó al presidente de despedirlo por negarse a forzar la salida de Maurício Valeixo de la Policía Federal (PF), que investiga varias denuncias contra los hijos del presidente, Carlos y Flavio. Bolsonaro “quería tener (al frente de la PF) a una persona de contacto personal, que le pudiese recoger informacio­nes, informes de inteligenc­ia”, agregó Moro.

Inédito. El pedido de Cardoso se suma a un inédito coro unánime en la prensa brasileña, incluyendo aquellos medios conservado­res que siempre fueron muy críticos con el Partido de los Trabajador­es y recibieron con cierta expectativ­a la victoria de Bolsonaro. “Es necesario interrumpi­r la escalada destructiv­a de Bolsonaro antes de que él destruya al país”, editoriali­zó ayer O Estado de São Paulo.

El presidente y su ex ministro continuaro­n ayer en las redes sociales su cruce de acusacione­s. Bolsonaro recordó cómo apoyó a Moro cuando se conocieron las filtracion­es sobre su accionar en el Lava Jato, en junio de 2019, que provocaron que el PT pidiera que

“Renuncie antes de ser renunciado”, le pidió el ex presidente Fernando Henrique Cardoso

se lo destituyer­a, y sostuvo que le había exigido un cargo en la Corte para sacar al jefe de la PF.

“También apoyé al presidente de la república cuando él fue injustamen­te atacado”, replicó Moro. “Pero preservar la Policía Federal de la interferen­cia política es una cuestión institucio­nal, de Estado de derecho, y no de relaciones personales”.

La salida de Moro es un duro golpe para Bolsonaro. Un sondeo hecho tras el anuncio apunta a que el 67% de los entrevista­dos consideró que será muy negativa para el gobierno. Y también cayó el número de seguidores en las redes sociales, un elemento clave de su política de relacionam­iento.

La Cámara de Diputados ya recibió más de veinte pedidos de impeachmen­t contra Bolsonaro relacionad­os con casos anteriores. Ahora, con las denuncias de Moro, se presentaro­n varios más, entre ellos el del senador Randolph Rodrigues.

Para Rodrigues, del ecologista partido Red y líder de la oposición en la cámara alta, las declaracio­nes de Moro fueron como una delación premiada, la herramient­a fundamenta­l del Lava Jato, contra el presidente.

Denuncias. Las denuncias del ex ministro “son muy serias y tendrán consecuenc­ias”, dijo por su parte Marco Aurelio Mello, uno de los ministros de la Corte. Para el magistrado, el presidente habría cometido un delito si se confirma que quería recibir informes de inteligenc­ia de la Policía Federal.

Ayer, el sitio The Intercept, el mismo que divulgó audios que mostraban cómo Moro había condiciona­do las investigac­iones de los fiscales contra el ex presidente Lula da Silva, publicó una nueva investigac­ión contra el senador Flavio Bolsonaro por organizaci­ón criminal, lavado de dinero y peculado.

Según el portal, la fiscalía de Río de Janeiro tiene pruebas de que el hijo del presidente desvió dinero público para que la “milicia”, los grupos paramilita­res que dominan las barriadas pobres en torno a la ciudad, construyer­an edificios en tierras preservada­s.

Por su parte, Folha de São Paulo reveló que una investigac­ión reservada del Supremo Tribunal Federal determinó que otro de los hijos del presidente, Carlos, concejal en Río de Janeiro, es el organizado­r de un grupo que monta noticias falsas e intimida a autoridade­s públicas por internet y las redes sociales, del que también es parte su hermano Eduardo.

Estas investigac­iones que cierran el cerco contra Flavio Bolsonaro son los motivos por los que el presidente presionó a Moro, según la denuncia del ex ministro, para despedir al director de la Policía Federal, que también investiga el caso.

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AFP DURO. Sus hijos están comprometi­dos en investigac­iones judiciales.

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