Una serie bastante tediosa y plana sobre la comunidad LGTBIQ+
TODXS NOSOTRXS Título original: Todxs Nós Creadores: Vera Egito, Heitor Dhalia, Daniel Ribeiro, Alice Marcone Dirección: Vera Egito Guion: Vera Egito y Daniel Ribeiro Intérpretes: Clara Gallo, Juliana Gerais y Kelner Macedo Origen: Brasil (2020) Temporada: 1 Capítulos: 8 Disponible los domingos, a las 23, por HBO, capítulos anteriores en HBO GO y Flow
El año pasado, Telefe, en su horario prime time, emitió en formato de tira Pequeña Victoria, una producción local que desafió los convencionalismos más conservadores, abordando temas como la subrogación de vientres, el universo trans y el concepto de familia abierta.
Si aquel programa fue abordado con rasgos profundamente afectivos y emocionales y destacando un aprendizaje sobre la tolerancia, en Todxs
nosotrxs ocurre lo contrario. Aunque sus protagonistas son de distintas generaciones. La serie argentina tenía como epicentro narrativo a un grupo de 30 años para arriba, en cambio la brasileña –de la que vimos los cuatro primeros capítulos– eligió hablar de la franja que va de los 18 a los 30 años. El concepto también es diferente, porque acá se intenta educar sobre las variadas definiciones que fue adquiriendo la diversidad sexual actual. Sus creadores dicen que está dirigida a la comunidad LGTBIQ+ y está protagonizada por personas que responden a las definiciones allí contenidas aunque su protagonista es una chica, Clara Gallo, que asume el papel de Rafa, un personaje que dice ser pansexual.
Lo curioso es que los guionistas en estos primeros capítulos decidieron moverse en tonos de negro o blanco, se es bueno o malo, no hay grises. Para Rafa, sus padres –hombre, mujer– son cis heterosexuales, retrógrados y opresores. Por eso se escapó de su casa familiar y viajó a San Pablo a instalarse en la casa de su primo Vini, que es gay y vive con una mujer afroamericana y feminista. En la ciudad, Clara intenta imponer sus necesidades y deseos y se topa con inconvenientes que van redondeando su aprendizaje de vivir en sociedad.
Con un guion que responde al formato de comedia dramática, los personajes resultan disímiles. Algunos generan una mayor empatía que otros, tal es el caso de Kelner Macedo (Vini) o de Juliana Gerais (Maia Soares), que aportan una sugestiva y atractiva tonalidad a sus papeles. Mientras que Clara Gallo (Rafa) parece repetir una letra impuesta o simplemente sonríe.
Una narración convencional y chata, sumada a situaciones y charlas tediosas y repetitivas (en las que un personaje habla y el otro escucha y la cámara enfoca a uno y otro, sin variantes) definen este producto. Su guion y puesta en escena están a años luz de series con temáticas similares, del nivel de Glee o Pose, de las que es responsable el talentoso Ryan Murphy.