“No fuimos tan lejos como la realidad”
La película de la pandemia”, así se la promociona en los medios. Y es cierto, pocas veces en la historia del cine pasó algo como lo que se dio con Tóxico: Ariel Martínez Herrera estrenó el 23 de abril (se da hoy a las 22 y está, por una semana, en Cine.Ar Play) una película que venía generando hace años. Desde hace años trabaja (en 2008 se hizo una versión del guion) en una película de ciencia ficción que muestra una Buenos Aires bajo el asedio de una pandemia de insomnio. Y define este momento, estrenar un relato de esa índole, con ese imaginario visual, en plena pandemia como “un misterio, y un misterio muy particular”. Pero la película, su calidad y fuerza, más allá de su enorme contexto, es la prueba de la obra de Martínez Herrera, parte de la maravilla conocida como Grandes Exitos (cómics, animaciones, cortos y este proyecto, entre otros).
—Hay algo que me causó una duda: vos venís de vivir ficcionalmente encerrado en una pandemia en Argentina y ahora eso, con sus diferencias, es nuestra realidad. ¿Cómo lo vivís?
—Fue pasando. Quiero decir, primero me mandaban fotos de China, y me decían: “Uh, se reparece a tu peli”, después ya era: “Che, en Italia pasa esto y es igual a tu película”. Y después ya es salir a la calle y ver gente con barbijo acá. Nosotros hablamos de barbijos hechos por gente en el film. No fuimos tan lejos como la realidad al final. Eso sí es muy impresionante. Muy impresionante. Calculamos cómo sería una pandemia de ficción. Digo, sigue siendo una película de cine fantástico.
—En tus trabajos, hay bastante comedia, sean tus cómics, tus animaciones o cortos, y acá hay contundencia, pero menos comedia. ¿Es así?
—La comedia es algo que me interesa mucho. Es uno de los géneros que laburamos en Grandes Exitos. Yo trabajo con Martín Garabal, que es un especialista. También eso te enseña un montón. A mí siempre me gustó la comedia generada desde el absurdo, el surrealismo, aquello que es tan absurdo que es delirantemente gracioso. Igual, para mí la comedia está presente en Tóxico, en algún lado, como comedia trágica.
—¿Cómo vivís la película en términos de tu propia obra?
—La proeza para mí es hacer cine. Sé lo tozudamente difícil que es, por eso tengo mucho respeto por la gente que lo hace. Estoy muy orgulloso de ser parte de eso, que el Incaa me haya dado un subsidio, de ser parte de un equipo. Nosotros tenemos esa cosa, no sé bien heredada de dónde, del autor, y en general el cine se parece más a un scrum de Los Pumas que a un tipo yendo solo hasta hacer el gol. Yo lo siento como mi orgullo el poder hacer una película con apoyo del Incaa, terminarla, y es un momento muy importante, me gusta el cine y es lo que quiero hacer de mi vida. Con inmensa alegría y con cierto estupor a pesar de no poder abrazar a mis amigos en el estreno. No es un mal momento para ver Tóxico, no es un mal momento para que la gente la vea porque creo que las reflexiones de la película sirven en este momento.
—¿Cómo definís lo que han hecho con Grandes Exitos?
—Es un pequeño refugio que tenemos con Martín y que se ha convertido en bastante más que eso con los años. En 2006 sacamos un libro que se llamaba Grandes éxitos, y a partir de ahí, con Nobuko, sacamos otros; ya que estudiábamos diseño de imagen y sonido, hicimos animación. Cuando a Martín se le ocurre Famoso arranca nuestra era de series web. Pudimos ir armando lo nuestro hasta que ahora tenemos algo más grande.