Kestelboim: “El bloque vive una fase inédita, con la peor crisis en la historia de la región”
Tuitero activo y polemista. El economista Mariano Kestelboim fue uno de los azotes económicos sobre el gobierno de Mauricio Macri. En diciembre sonó como posible secretario de Relaciones Económicas Internacionales en la Cancillería. Al final, fue designado como embajador ante la Aladi y el Mercosur, el bloque que hoy se sacude con el freno que Argentina quiso poner a las negociaciones de un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur.
—¿Puede “romperse” el Mercosur?
—El canciller Felipe Solá fue muy claro en cuanto a que la decisión que se tomó buscó privilegiar la armonía dentro del Mercosur más que el interés de algunos de los socios del bloque por avanzar rápidamente en las negociaciones con otras economías. En las condiciones actuales, Argentina no puede seguir ese ritmo porque generaría más incertidumbre en los productores nacionales, y por eso se decidió esta nueva figura de las dos velocidades luego de manifestar el interés en no romper el bloque.
—El bloque tuvo su apogeo y crisis, ¿en qué fase se encuentra?
—El Mercosur vive una situación inédita, con la peor crisis económica en la historia de la región, según estableció la Cepal, y lo compartimos internamente. Y en el caso de
Argentina, todavía más complicada por la situación de la deuda insostenible y una recesión acumulada de dos años con destrucción de puestos de trabajo e incapacidad de generar nuevas fuentes de empleo. Y en ese marco, por primera vez desde la constitución del Mercosur, en 2016 se configuró un escenario en el cual los cuatro socios mantuvieron una posición aperturista.
—¿Hoy Argentina representa la mirada tradicional del Mercosur?
—Sí, Argentina representa la mirada que prioriza el desarrollo interno por sobre la apertura que promueve el neoliberalismo. Siempre buscó la integración económica latinoamericana porque entendemos que hay más posibilidades de progreso vinculándonos con la región que con países por fuera de Latinoamérica y estamos tratando de profundizarla, pero Brasil no lo comparte.
—¿Puede ser la primera de muchas diferencias, considerando las visiones opuestas?
—Siempre hubo diferencias en el bloque. Son cuatro gobiernos, e incluso dentro de ellos existen diferencias. Es algo de absoluta normalidad y, lejos de afectar, enriquece al bloque.
—¿Puede salir ileso el Mercosur de la pospandemia?
—A lo largo de la historia del Mercosur, nunca se había presentado una situación en la que Brasil y Argentina no compartieran una visión en materia de apertura comercial. Si pasamos un escenario tan atípico, de tanta amenaza, y lo hacemos unidos, eso va a terminar fortaleciendo la unión de la región.
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