La cercanía incluso en la distancia
El proyecto teatral que tiene éxito mundial y su propio espacio en Palermo hoy altera su estructura para llegar a los hogares. Julieta Novarro explica la nueva modalidad.
Se podría señalar que la historia empezó en Madrid en 2009, cuando Miguel Alcantud decidió transformar un prostíbulo en un ámbito teatral. La consigna fue crear pequeñas obras sobre un mismo tema que no duraran más de 15 minutos y que fueran vistas cada una por diez espectadores en 15 metros cuadrados, ya que estas eran las dimensiones de cada una de las habitaciones. Este formato hoy existe en varias ciudades españolas como Barcelona, Málaga, y también en Miami (Estados Unidos). Se sumaron Aguascalientes, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Santo Domingo, Veracruz y Lima. Como era de esperarse, llegó a Buenos Aires y desde 2017 encontró su propio espacio en Palermo, más precisamente en la calle Serrano. Los socios fundadores fueron Pablo, Agustín y Pol Bossi y Julieta Novarro, hija del creador Bernardo Mitnik, conocido artísticamente en comoel famoso “Chico” Novarro.
Durante todos estos años, y con una continuidad asombrosa, cada mes tomaban un tema distinto (“Por traición” o “Por la familia”) que disparaba diferentes ficciones. Sumaron un bar donde se podía esperar, ya que solo veinte personas podían entrar a ver seis propuestas por noche, en distintos horarios, de miércoles a domingo. Como todos los espacios teatrales, hoy Microteatro está cerrado. Pero es Julieta Novarro quien explica lo que desde el 7 de mayo han iniciado, Live Microteatro, una plataforma gratuita. También se podrá acceder por el sitio del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires (Cultura en Casa). Ahora bajo el lema Por la cuarentena, presentarán contenidos audiovisuales de cinco a diez minutos. “Armamos una convocatoria y la pasamos por las redes –explica Novarro–. Empezamos a pensar en obras y personajes que ya habían estado en nuestros ciclos y les propusimos que lo hicieran. Cuando arrancó la cuarentena, nos encontramos con esta nueva realidad y pensamos cómo hacer para mantener viva la llama de Microteatro. Así surgió la idea de usar lo que nos estaba pasando y transformarlo en proyecto teatral, aunque más audiovisual. Hubo muchos que aceptaron el desafío. Uno de los primeros fue Diego Reinhold, como director. Creemos que se van a sumar otros una vez que iniciemos estas emisiones”. Entre los nombres más conocidos en pantalla están María Figueras, Mariana Genesio Peña y Mar Mediavilla (hija de Patricia Sosa y Oscar Mediavilla).
“Arrancamos con seis propuestas y cada semana renovamos tres –anticipa Novarro–, somos Lorena Romanin, María Filgueras y yo las que lo estamos armando. Queremos que por mes haya 15 obras nuevas”. Una de las mayores características del concepto de Microteatro fue la cercanía entre intérpretes y espectadores. El riesgo estaba en actuar muy cerca, casi tocándose con el público. “Este es un proyecto distinto – aclara–; continuamos con una temática fija, en este caso la cuarentena. Creemos que aún no hay otros contenidos sobre este tema. Todos los días leíamos información sobre lo que nos estaba sucediendo y pensamos en un contenido que incluyera un proceso creativo. Es un proyecto único. Gracias a la presencia de un sponsor, Tarjeta Naranja, es absolutamente gratuito y los integrantes van a poder cobrar. Será sustentable si la gente lo ve y se visualiza. Hay una mirada distinta, los directores debieron usar Zoom. Fue prueba, error y muchos ensayos. Cada uno pensó en investigar con la cámara, que puede ser un teléfono o una computadora… siempre hay otro que está afuera”.