Estados Unidos y China llevan su guerra comercial al seno de la OMS
La guerra comercial y de declaraciones entre Estados Unidos y China, que Donald Trump ha reavivado con sus ataques a Beijing por el origen del coronavirus, amenaza con impedir cualquier resultado en la reunión que los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizarán mañana para coordinar la respuesta a la pandemia.
Cada año, ministros y altos funcionarios de países miembros de la OMS acuden a Ginebra durante una semana para participar en la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), el órgano decisorio de esta agencia de la ONU. A causa de la pandemia, este año será en forma virtual, y solo durante dos días.
El debate se centrará únicamente en el nuevo coronavirus.
Tensiones. Pese a la escalada de tensiones entre Washington y Beijing, los países esperan adoptar por consenso una resolución auspiciada por la UE. “La negociación de la resolución fue ardua, extremadamente disputada”, dijo la embajadora suiza, Nora Kronig.
“Uno de los desafíos es que es casi imposible negociar de manera virtual. Esto complica la construcción del consenso en pequeños grupos”, explicó.
Tras varios días de consultas, los diplomáticos lograron sin embargo ponerse de acuerdo. “Se llegó a un acuerdo informal para adoptar la resolución por consenso. La OMS será el primer foro mundial en ponerse de acuerdo de forma unánime en un texto”, dijo una fuente diplomática europea, que agregó que se tratarán temas “difíciles”, como el origen del virus y la reforma de la OMS, que reclama Estados Unidos.
Washington, que acusa a Beijing de haber ocultado la importancia de la epidemia, criticó con dureza a la OMS por haberse “equivocado” en la gestión de la pandemia al seguir la posición china. Días atrás Trump anunció la suspensión de la contribución de Estados Unidos a la organización.
Vacunas. Gaëlle Krikorian, responsable de Médicos sin Fronteras para el acceso a los medicamentos, elogió el “esfuerzo” de los Estados para organizar una respuesta colectiva, y destacó que la resolución “necesita asegurar un acceso universal, lo más rápido posible y justo, a los productos sanitarios que permiten combatir el virus”.
“Pero la cuestión clave sigue siendo cómo hacerlo”, agregó, y criticó que “países como Estados Unidos o Suiza hayan intentado hacer desaparecer del texto la mención de hecho de que la vacuna sea reconocida como un bien público mundial”.
Pese a todo, los observadores siguen siendo prudentes y están atentos a posibles sorpresas. “Naturalmente, estoy preocupado por la politización de la AMS y el riesgo de fracaso”, dijo Gian Luca Burci, ex consejero jurídico en la OMS y profesor de derecho internacional.
Aunque Estados Unidos y China tienen otros temas de conflicto, como la reforma de la OMS, Taiwán o el acceso a las vacunas, la cuestión central es el origen del virus. Estados Unidos reclama una investigación, y sospecha que China escondió un accidente de laboratorio que habría provocado la pandemia.
Washington acusa ahora a China de intentar piratear la investigación estadounidense sobre la vacuna, en plena tensión americano-europea sobre un futuro antídoto. El jueves pasado, Trump amenazó con “cortar cualquier relación” con Beijing.
Taiwán. En paralelo, el gobierno estadounidense cree que la OMS pasó por alto una alerta precoz de Taiwán sobre la gravedad del coronavirus, algo que la agencia de la ONU desmiente. Además, Estados Unidos, con el apoyo de otros países, pidió a la OMS que “invite a Taiwán” a la AMS, pese a la oposición de China.
Taiwán, que tenía un estatus de observador en la OMS, fue excluido de la organización en 2016, el año de la llegada al poder de la presidenta Tsai Ingwen, que rechaza reconocer el principio de la unidad de la isla y de la China continental dentro de un mismo país.
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