Neumonía atípica, diabetes y otras falsedades
“Neumonía atípica”. Lo que se repite en más de un acta de defunción parece ser más que un eufemismo: es la síntesis (el mensaje cifrado) de una sitación en estado de descontrol. Tal es lo que denuncian desde distintas organizaciones sanitarias globales sobre la situación en Nicaragua. Pocos datos que, sin embargo, no niegan una certeza: en el país no se tomaron las medidas necesarias para prevenir la enfermedad del coronavirus Covid-19 y ahora se suceden las muertes y hay cada vez más enfermos. Ciro Ugarte, director del departamento de Emergencias en Salud de la OPS, es quien expresó más vivamente su preocupación. hay “múltiples informes no oficiales que señalan que hay un alto número de pacientes internados con síntomas de infección respiratoria aguda, especialmente en Managua, en Chinandega y en algunos otros lugares” y un incremento de fallecidos con el diagnóstioc de neumonía atípica.
“Nicaragua es el único país o territorio en las Américas donde el tipo de transmisión es indeterminado de acuerdo con nuestros reportes. Hace más de un mes la OPS expresó su preocupación respecto a las pruebas, al seguimiento y al reporte de los casos, y esas preocupaciones siguen en pie”, ha agregado Ugarte.
Otros diagnósticos. Sin embargo, la “neumonía atípica” no es la única forma de encubrir la enfermedad. El diario español país cuenta, en una crónica de la dramática situación que se vive en Nicaragua que también hay personas que mueren cuyos fallecimientos se anotan con otra enfermedad como causa. La diabetes es una de ellas. El periódico narra la muerte de Elder Rodríguez Gaitán. Falleció la última semana en en el Hospital Carlos Roberto Huembes, en Managua. Los médicos notificaron el deceso a sus hermanos y les ordenaron enterrarlo de inmediato. A partir de esa llamada, tuvieron tres horas exactas para sepultarlo sin aglomeraciones, ni familiares ni amigos, tal como manda el protocolo de la covid-19 del Ministerio de Salud de Nicaragua (Minsa). En el momento del leer el acta, encontraron que la causa de la muerte era precisamente la diabetes. Son muchos los medios internacionales que coinciden en señalar que “el gobierno de Daniel Ortega enmascara la gravedad de la situación”. La respuesta del gobierno sandinista no parece diferir de las que dan Donald Trump y Jair Bolsonaro: ante la cantidad de “entierros exprés” en ciudades como Managua, Chinandega, Masaya y Boaco, la primera dama y esposa de Ortega, Rosario Murillo, llamó a los especialistas críticos con la gestión gubernamental como “cerebros deformes”, que “buscan afanosamente calumniar y difamar”.
Los exministros de salud de Nicaragua dirigieron esta semana una carta a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que señalan al Gobierno de “manipular la información sanitaria para negar o disminuir artificialmente el número de casos y de muertes por causa de la pandemia. Mientras tanto, todo parece moverse en la apariencia de una normalidad. Ciro Ugarte lo expresa de esta manera: ““Estamos especialmente preocupados porque el distanciamiento social y el llamamiento a eventos masivos sigue manifestándose”. Aún así la curva de contagios crece día a día.
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