FRENTE AL CORONAVIRUS
1 La necesidad de una cuarentena total. El mundo eligió distintos tipos de aislamiento para enfrentar la pandemia, basados en las capacidades de control de la población y en la idiosincrasia de los pueblos. La necesidad de hacer un cierre total, tanto de las fronteras como de las personas, es un reflejo de otras deficiencias que se acarrean: sistema sanitario frágil, falta de testeos, de insumos, y la imposibilidad de hacer un control efectivo en una cuarentena menos restrictiva.
2 Sistema sanitario frágil y fragmentado. Hubo mejoras de emergencia, con construcción de hospitales modulares y la suma de más camas y respiradores a las existentes. Pero Salud debió armar una mesa de coordinación con prepagas y obras sociales para poder hacer frente a la emergencia en un escenario donde el sistema público representa apenas el 30% del sistema sanitario.
3 Escasez de testeos. Se pasó de hacer 200 tests por día a unos 3 mil, pero especialistas aseguran que hoy se deberían hacer hasta tres veces más para poder administrar mejor la flexibilización. Haciendo, además, testeos activos en personal sanitario y en geriátricos, y no sólo en algunas villas como hasta ahora.
4 Falta de insumos. A pesar de los esfuerzos de gobiernos nacional, provinciales y municipales, médicos de todo el país se vienen quejando por la falta de materiales de protección para atender a los pacientes.