FRENTE AL IMPACTO ECONÓMICO
5 Déficit de información. El lanza- miento del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) dejó en evidencia la falla en la medición del alcance de la informalidad en el país. El supuesto de que 3,5 millones de personas lo necesitarían terminó siendo varias veces superior. Hasta ahora se aprobaron 8 millones de solicitudes y se seguiría ampliando. Varios de los beneficiarios automáticos, sin embargo, se quejan de que no cobraron.
6 Dificultades en acceso a créditos o ayudas. Primero se lanzó un plan de créditos a pymes a tasas subsidiadas a través de los bancos. Ante la imposibilidad de muchas de ellas de acceder (por problemas formales o dudas financieras), se lanzó el Plan de Asistencia al Trabajo y la Produc- ción, que ya permitió pagar el sueldo a 2 millones de trabajadores. 450 mil empresas se presentaron, pero hasta ahora unas 240 mil habrían recibido los pagos. Según Mopyme, el 40% de los trabajadores de todas las pymes fueron alcanzados.
7 Organismos con medidas contrapuestas. Queja recurrente de contadores, que, por ejemplo, aplicaban a un beneficio para sus clientes (no pago de cargas patronales) pero luego no podían hacer otro movimiento (como exportar).
8 Lentitud del monitoreo económico. La velocidad con la que otros países muestran las consecuencias económicas que están sufriendo, sobre todo en el ámbito laboral, dejan en evidencia el déficit existente en el sistema estadístico.
9 Obsolescencia de leyes laborales. El Gobierno decreta la suspensión de los despidos frente a empresas que quiebran y terminan dejando trabajadores en la calle de hecho. El seguro de desempleo arrastra décadas de debilidad y tiene corto alance.
10 Sistema bancario arcaico. Las largas colas que se ven en los bancos demuestran el poco desarrollo de la banca online, un déficit compartido por Estado, empresas y ciudadanía.