ENTREVISTA A SABINA FREDERIC “Hablar de la cuarentena más larga del mundo es una visión muy porteñocéntrica”
en la etapa de aislamiento?
—Las protestas que se hacen en la Ciudad o en la Provincia es jurisdicción de sus policías. Los criterios que aplicaron la Ciudad y la Provincia en estos casos fue garantizar el derecho a la protesta y eso se debe garantizar porque no hay un estado de sitio, pero es importante la posibilidad de dialogar. Con trabajadores es más sencillo porque hay sindicatos de por medio, con autoconvocados es más difícil porque no hay un referente, hay muchos interlocutores y no hay una demanda concreta que se pueda satisfacer, porque que se acabe la cuarentena es imposible de satisfacer.
—En la Provincia se decidió el aislamiento de Villa Azul, el primer barrio pobre que es foco de contagio en este territorio en el que intervienen las distintas fuerzas de seguridad ¿Está de acuerdo con este aislamiento?
—Cualquiera de estas medidas hay que evaluarlas en el contexto en el que se producen. La decisión tuvo que ver con la experiencia de lo que pasó en estos barrios de la Ciudad de Buenos Aires, que es un espejo en el que nadie se quiere mirar, en donde la propagación del virus fue muy acelerada. La Provincia y los municipios entendieron que esta fue la forma más adecuada de contener la situación. Pero esto es posible porque hay un trabajo de los intendentes que permite tener un grado de consenso con las organizaciones sociales, referentes y vecinos para sostener el aislamiento con consentimiento interno.
—¿Las fronteras serán lo último que se abra?
—Están abiertas para transporte de carga y hay ocho pasos para el ingreso de residentes. No tenemos demanda para abrirlas, tenemos demanda para mantener e intensificar controles como la zona de Salta con Bolivia con el fin de evitar el tráfico por los pasos clandestinos. Allí habíamos aumentado en un 30% el personal en la frontera cuando se inició el aislamiento y lo volvimos a incrementar. No hay reclamos de apertura, hay reclamos de mayor control.
—Existen abusos de las distintas fuerzas de seguridad. En Tucumán un trabajador rural, Luis Espinoza, fue encontrado muerto con un disparo de un arma reglamentaria de la fuerza de seguridad provincial. ¿Cuál es el mensaje desde el ministerio nacional hacia estos abusos?
—No tenemos competencia sobre las fuerzas provinciales que tienen autonomía y son “En las fronteras, no hay reclamos de apertura. Hay reclamos de mayor
control.”
comandadas por los gobernadores. Lo que pasó en Chubut, San Luis y Tucumán escapa a nuestras manos, pero elevé notas a las provincias manifestando nuestra gran preocupación por las irregularidades y lo sucedido invitando a tener un control riguroso de su personal. Debemos evitar que esta situación de emergencia se convierta en una situación de excepcionalidad en el ejercicio de Estado de derecho. Ninguna de esas notas fueron contestadas.
—Al asumir dio de baja distintos protocolos que se implementaron en la gestión anterior, como el uso de las pistolas taser, pedir el DNI en estaciones de trenes, el servicio cívico voluntario y el reglamento del uso de armas de fuego. ¿Este ministerio es el que más diferencias marca con el macrismo?
— Veníamos con un mandato del Presidente que era derogar esos protocolos. Muchos de esos, por suerte, no llegaron a aplicarse porque las fuerzas sabían cuáles eran los límites legales, pero este ministerio fue uno que tuvo un gran protagonismo en el gobierno anterior. Ese protagonismo se tradujo en medidas que tenían mucho impacto público pero que no contribuían a que el trabajo de seguridad se desarrolle de una manera que se protejan las garantías ni de las fuerzas federales ni de los ciudadanos.
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