La ley del deseo
Lo que me hizo Fernández
María Staudenmann novela
Azul Francia, $ 730
Tal vez más de un lector recuerde, al comenzar a leer esta primera novela de la editora María Staudenmann (1979), Zona de clivaje, de Liliana Heker, publicada en 1997. También aquí la protagonista, Lucía Campos, aspirante a escritora, se enfrenta a un seductor autor “maldito” para emprender un inquietante camino. Pero más que con lo intelectual, su búsqueda tiene que ver con el deseo.
A sus cincuenta años, Campos es atraída por Fernández, veinticinco años menor. Surge entonces ese deseo que parece estar todo el tiempo a punto de consumarse, pero que para lograr su plena satisfacción requiere transitar un misterioso y erótico derrotero. Porque con Fernández todo resulta ambiguo. Como el amor. Pero, ¿qué se puede esperar de la relación entre “un joven carroñero” y “una vieja de trapo”? Y, sin embargo, es posible. La diferencia de edad entre esas dos soledades escépticas hace que el vínculo sea lo que es: un desborde, una desesperación, un caos, en pos de la recompensa del sexo.
Pocas manifestaciones humanas hay en la literatura tan arduas de expresar como la sensación de un orgasmo. Contra el fracaso –a caballo de metáforas poco felices– se han estrellado varios. Y si en más de una ocasión se comprueba aquello de que los pensamientos vuelan y las palabras se arrastran, en este caso Staudenmann –también poeta– logra la hazaña de remontar el lenguaje. Una tensa mezcla de la sexualidad sin complejos de Henry Miller –pero sin su obscenidad– con el mejor romanticismo erótico.
De alto voltaje, provocativa y apasionada, en esta novela subyace el cambio en las costumbres sexuales. En ese terreno Campos se arrastra, se yergue y triunfa. Cuando él le pregunta si es feminista, responde: “No sé… no me pienso como feminista pero tal vez sí, desde el momento en que ejerzo de mujer sin pedir permiso”. Como debe ser.
n