Rubinstein: “Los acuerdos confidenciales son una práctica común”
Adolfo Rubinstein fue secretario de Salud del gobierno anterior y en su gestión se firmó el acuerdo de precios del Spinraza rescindido esta semana.
—¿Qué opina de la decisión? —No conozco las razones del gobierno para rescindir el acuerdo de cobertura de Biogen pero en la resolución se mencionan “incumplimientos” por parte del laboratorio del acuerdo, sin precisar otras cosas. Respecto a la fijación del del valor de reintegro, se observan contradicciones entre la disposición de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) y la resolución de la secretaría Comercio, ya que la primera fija un valor de reintegro de $3.500.000 por vial (USD$47.600 al cambio oficial), cercano al valor acordado con Biogen, mientras que la segunda fija un precio máximo de USD$ 27.000. Por otro lado, es bastante inconsistente que la SSS, dependiente del Ministerio de Salud reintegre el costo de una droga a los agentes del seguro de salud que el mismo saca de la cobertura.
—¿Por qué decidieron en su gestión hacer un acuerdo confidencial? ¿Es algo habitual que hace el ministerio?
—Hay muchos medicamentos o tecnologías de alto precio que tienen acuerdos confidenciales entre el estado y la industria y es una práctica muy común en todo el mundo con drogas de muy alto precio, en que el laboratorio, que tiene el monopolio de la patente, no quiere revelar el precio al público porque puede interferir con su política de comercialización. En el caso del ministerio de salud, se cumplió con todos los requerimientos administrativos y jurídicos.
—¿Por qué decidieron incorporar al PMO el tratamiento, si es una enfermedad poco frecuente?
—En estas enfermedades hay que aplicar la regla de la equidad y no sólo la de costo/efectividad. Por supuesto que detrás hay un gran dilema ético ya que la cobertura de estos tratamientos consume muchos recursos, pero la alternativa es dejar sin un tratamiento efectivo a niños con una enfermedad fatal. De todos modos, para asegurar que los pacientes incluidos y las indicaciones terapéuticas fueran las correctas se incluyeron otras resoluciones por las que se definían las condiciones de cobertura, elegibilidad y registro para vigilancia tutelada. Además, se creó una comisión supervisora del programa de AME.
—¿Por qué incorporaron la cobertura de AME III si no hay evidencia científica clara de su eficacia? ¿Fue un pedido del laboratorio para bajar el precio?
—El laboratorio quería que se incluyeran todos los subtipos incluyendo el IIIB y el IV pero al momento del acuerdo y la resolución, sólo AME tipo I, II y III A tenían evidencia de beneficio clínico, mayor en el caso de los subtipos I y II respecto al subtipo III A. Por eso no cubrimos los otros subtipos. Además, ANMAT había ya aprobado para su comercialización también AME I, II y III A. Desconozco las razones por las que ahora Anmat recomienministerio da sacar la comercialización de Spinraza en AME III A. Como ejemplo, puedo decirte que el NICE, de UK, que es la agencia más rigurosa de evaluación de evidencia clínica y tecnologías del mundo, cubre los 3 subtipos I, II y III.
—¿Qué reflexión le merece el financiamiento de los medicamentos ultra caros?
—Los llamados medicamentos especiales, que son los de muy alto precio, hoy ya se llevan más de 20% del costo de los medicamentos, pero escalando a un ritmo exponencial en estos últimos años. En este sentido, la creación de una Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias es una de las asignaturas pendientes aún irresueltas en nuestro país. Esa fue la razón de la creación de la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias al comienzo de mi gestión, para crear una estructura que sirviera de prototipo a la futura agencia.
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