Villar Rojas por Villar Rojas
“La retroalimentación es fundamental. Mi trabajo como escritor, dramaturgo y director de teatro está permeado por la práctica de Adrián en un punto central: siempre pienso lo que hago como operaciones conceptuales, a mi entender el gran legado ontológico del arte contemporáneo”, dice Sebastián Villar Rojas. En El imperio de lo frágil (2015), “intervine los siete pisos del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro) con una obra de teatro que, con sus tres personajes y el público, erraba por todas las muestras y salas del museo contando una historia aristotélica (con principio, nudo y desenlace) que debía adaptarse a los cambios de exhibiciones cada dos meses”. El “clímax de esta influencia” fue Gioconda: viaje al interior de una mirada (2019), “donde el Teatro Nacional Cervantes produjo una obra por primera vez en un museo de arte contemporáneo, en la que además una poeta no vidente, Rocío Muñoz Vergara, guiaba al público en una visita al museo del Louvre, proyectado sobre las paredes del Macro”. Ahora, en Un problema de distancia, obra en tiempo real de una hora de duración, explora “el hiperrealismo en zoom; esto sería imposible sin el contagio ontológico de Adrián”.
En la obra de Adrián Villar Rojas, “un hito de madurez de este vínculo fue Pedazos de las personas que amamos (Petrobras-ArteBA, 2007), donde como trasfondo del proyecto hay una voluntad narrativa muy potente, y un poema, “Limonada”, de Raymond Carver, sobre el que se apoyó para construir un ‘mapa-relato’”. n