BEBOTE GOURMET
Independiente juega de local. Las tribunas del Libertadores de América están vacías. El equipo de Falcioni puede aburrir o sorprender con un juego ofensivo. Da lo mismo. A veinte metros de la cancha, un grupo de hinchas del Rojo arma una fiesta. Cantan y gritan como si estuvieran en los escalones de la tribuna norte. Bebote lo hizo de nuevo.
No se trata de un grupo de barras con bombos y banderas, no están subidos al paraavalancha ni comparten Fernet en botellas cortadas. Todo es más moderado, casi civilizado. Los hinchas que cantan y gritan en realidad miran el partido en las pantallas ubicadas en la terraza del restaurante Los Diablos Rojos que Bebote abrió en Bochini 733, al lado de la entrada principal del estadio. Es el emprendimiento gastronómico que el ex barra inauguró el año pasado. La nueva versión de Bebote es gourmet.
Manteles rojos, servilletas blancas, hay réplicas de las copas por todos los rincones. Pero lo más llamativo es el museo del primer piso: Bebote exhibe una selección de las más de mil camisetas de su colección personal, la mayoría firmadas por jugadores.
Ese local, que ahora luce como un restó de Palermo, encierra una historia tétrica. En junio de 2015 era un esqueleto de cemento abandonado y desde allí Bebote entregó el mando de la barra de Independiente. El acto fue digno de una ficción: asomado a la terraza, cerró la ceremonia tirando dólares entre los fieles que había convocado.
Dos años después, el ex barra fue preso acusado de asociación ilícita. Se convirtió en arrepentido, apuntó hacia los Moyano y en 2019 salió con prisión domiciliaria. Mientras estuvo preso, su pareja, Fabiana, se encargó de avanzar con las obras del restó.
El propio Bebote ahora se encarga de las RR.PP. Utiliza su cuenta en Twitter para subir videos del local repleto de hinchas, y también toma las reservas, que se agotan cuando juega Independiente.
Los mensajes que recibe en la red social son demenciales. “El mejor restó del mundo”, dicen; “Quiero festejar mis 50 años ahí”, proponen; “Vamos Pablito queridooooooo”, arengan; “Venden merchandising?”, consultan. Bebote les responda a todos. Y con buenos modales.