El regreso de un festival de cine a la ciudad
El popular evento tendrá una versión híbrida, que cruza el aire libre con proyecciones online. Será el primero del país con estas condiciones.
El Bafici fue uno de los primeros eventos culturales que se vio suspendido por algo conocido como Covid-19, allá por abril del año pasado. Bafici, la Feria del Libro, y así los eventos masivos fueron doblegados. Hoy, del 17 al 28 de marzo, la edición 22 del festival porteño marca su retorno en tiempos de pandemia. Un tiempo donde festivales como Berlín decidieron ir online (hay textos donde se dice es híbrido), Bafici ha generado un evento único en el mundo. Un festival que decide otra vez aprovechar la ciudad de Buenos Aires, en este caso, usando sus grandes espacios para generar muchas pantallas al aire libre. Por ende, la mezcla será entre funciones en varios lugares públicos abiertos, privados con protocolo (con salas de cine en el Gaumont y Multiplex Belgrano, entre otros sitios) y la posibilidad de ver gran parte de su programación online, en la plataforma Vivamos Cultura.
El festival dirigido por Javier Porta Fouz vuelve renovado, con menos programas, pero con propuestas editoriales más contundentes, mostrando su posición en un universo en crisis como lo son, valga la redundancia, los festivales de cine (casi ninguno tuvo una propuesta similar a la hora de cómo vivir la ciudad a la que se corresponden como Bafici). El nuevo festival tendrá tres competencias: la Internacional, la Argentina y nace la Competencia Americana, que celebra todo el continente. Pero su decisión más fuerte, más radical, tiene que ver con que en cualquiera de sus competencias, los cortos y los largos, dos formatos usualmente separados a la hora de los premios, van juntos. Así es: todas las secciones competitivas pueden tener un corto ganador. Esa es una gran alteración al viejo modelo del festival, que suponía, salvo su vieja Vanguardia y Géneros, premios solo para largos en las competencias. La película de apertura será Bandido, de Luciano Juncos (con Osvaldo Laport como un cantante caido en desgracia) y el corto de apertura será Teoría social numérica, de Paola Michaels. La clausura del festival será No
va más, el largo crepuscular de Rafael Filippeli.
Entre los invitados virtuales de la edición, se encuentran nombres como Penelope Spheeris, la directora cuya carrera es un ejemplo de las contradicciones de Hollywood y el amor de los fans, y su propia fuerza. Responsable de la saga documental The Decline of Western Civilization, que registró el punk naciente de Los Angeles así como los grandes valores del metal en los años
80, y de clásicos como El mundo según Wayne, la directora habla en exclusiva con el festival.