Nivelar la cancha
juegues a eso que te podés lastimar. Ese deporte es para varones. Es que son brutos, tienen más fuerza. No pueden hacer lo mismo. Los nenes por un lado, las nenas por otro. ¿Cuántas veces escuchamos (y nos escuchamos) en estos comentarios? Desde temprana edad, estas ideas marcaron qué juegos y actividades eran “aptas” para nosotras y cuáles estaban culturalmente por fuera de nuestro alcance, más allá de nuestros deseos. Los estereotipos y creencias se traducen en falta de hábitos, en planes escolares de educación física con distinción por género, en oferta de actividades deportivas acotada y segregada. Incluso, en apoyos institucionales (sponsors, cobertura mediática, estipendios, oportunidades) desiguales. Los datos señalan que las niñas son menos propensas al deporte que los varones. En general, realizan menos actividad física, con brechas más altas en la adolescencia (Organización Mundial de la Salud, 2020). La baja participación deportiva de las mujeres continúa en la adultez. Este hecho no es casual ni aislado. El deporte es una actividad social y pública y, como tal, refleja las inequidades existentes. De hecho, el acceso de mujeres al deporte competitivo llegó tarde y no sin dificultades. Este suplemento reúne las voces y visibiliza experiencias de mujeres que están abriendo caminos, en ámbitos y deportes no feminizados. Nivelar la cancha todavía requiere del esfuerzo colectivo.