Argentina no puede tener un Bolsonaro
Se está produciendo una erosión de la democracia en todo el mundo. Las actitudes antidemocráticas vienen del debilitamiento de las instituciones políticas que creó un terreno fértil para los ataques populistas a la democracia. En Argentina, la expectativa y el cambio de escenario que creó la llegada de un nuevo gobierno, a partir del triunfo de Alberto Fernández, ha llegado a su final tras los resultados de las PASO. En Brasil, la erosión democrática es un proceso más profundo que viene del impeachment de Dilma Rousseff y de la elección de Bolsonaro. La diferencia entre los dos procesos no es la falta de confianza en las instituciones, que es similar en ambos países, sino en el hecho de que los argentinos siguen teniendo más confianza en la democracia como sistema, según se aprecia en la tabla siguiente:
Los datos constituyen parte de un proyecto del Instituto de la Democracia, coordinado por la Universidad Federal de Minas Gerais en Brasil y que cuenta con la participación de académicos argentinos. El proyecto produce datos cuantitativos sobre la democracia. El proyecto ya ha realizado seis encuestas, cuatro en Brasil y dos en Argentina.
Los datos que presentamos en esta sección especial son resultado de ese trabajo comparado.
Entre las cuestiones que estamos trabajando se destaca la ascensión de líderes populistas que atacan al sistema político y otras instituciones centrales para la democracia, como el poder judicial. Jair Bolsonaro ha sido electo como resultado
En Brasil, la erosión democrática es mucho más profunda
de la relativización del apoyo de los brasileños a la democracia. ¿Argentina corre el mismo riesgo hoy? Creo que difícilmente.
Una diferencia importante entre Brasil y Argentina es la desconfianza de los argentinos en relación con los militares. Los datos del Instituto de la Democracia muestran que hay una media de 20 puntos de diferencia en la confianza en los militares entre Argentina y Brasil.
En Argentina, el nivel de confianza de la población en los militares ha variado: era
30% en 2003, se recuperó al 50% en 2013 y en la encuesta del 2021 ha alcanzado 44%. Dos puntos son relevantes para entender la situación de los militares en Argentina: la primera es que provocan un rechazo que alcanza al 55% de la población, lo que impediría por falta de consenso el protagonismo político que tienen en Brasil. En 2018, la confianza en las Fuerzas Armadas en Brasil alcanzaba 64 puntos y ha avalado la opción por el bolsonarismo.
Existe un segundo punto importante en una comparación entre Argentina y Brasil. Bolsonaro ha contado con el apoyo de militares, liderazgos religiosos neo-pentecostales, una clase media baja afectada por la crisis económica y de actores del mercado. Se ha beneficiado de una situación de colapso completo de confianza en las instituciones políticas. Argentina tiene niveles bajos de confianza, pero según la encuesta presentada aquí los argentinos confían un poco más en sus instituciones políticas
Esos son los datos que nos permiten evaluar el ascenso reciente de Javier Milei y los desafíos que debe superar para ser un nuevo Bolsonaro. El primero es la diferencia en la gestión de la pandemia y la evaluación hecha por los argentinos de ese desempeño. La administración de Alberto Fernández optó por tomar tempranamente medidas de aislamiento social que fueron consensuadas con los gobernadores oficialistas y opositores.
El clima de consenso y despolarización se tradujo en un incremento de la imagen positiva del gobierno. Pero, la naturaleza prolongada de la crisis, el costo económico y social de la política de estricto confinamiento, fueron desgastando al gobierno y reactivando la polarización política.
La encuesta del Instituto de la Democracia de junio de 2020 señaló 60% de desaprobación a la política frente a la pandemia en Brasil.
En Argentina, nuestra encuesta ha mostrado que 28% de los encuestados creen que el gobierno estuvo bien, 14% que estuvo muy bien y apenas 26% creen que la respuesta ha sido mala o muy mala. Milei explota la insatisfacción en relación con la pandemia y sus costos económicos, pero la alternativa brasileña que lo inspira no ha sido mejor. Milei enfrenta la difícil tarea de convencer a los argentinos que el Brasil de Bolsonaro puede ser un ejemplo en términos de combate a la pandemia, gestión política y modelo de economía. n
*Cientista político y profesor titular de la Universidad Federal de Minas Gerais. Doctor en Sociología Política por la New School for Social Research de NYC.