“Hoy es imposible retener el hecho artístico”
El director cuenta la nueva idea detrás de su “animé orquestal”, Tesoro. Incluye a figuras de la música como Nina Suárez y BB ASUL.
Un poco tiene que ver con, digamos, mi ser neurótico…” se ríe Alejandro Terán, cuando se le pregunta sobre los artistas que lo van a acompañar en Tesoro, el concierto que tendrá lugar 28 de septiembre en el Teatro Coliseo. Tiene que ver con los nombres con los que toca en esta nueva puesta con dirección de arte de Johanna Wilhelm: nuevos y diferentes, poderosos en su vanguardia, como pueden serlo Alejo y Valentín, Juana Aguirre, BB ASUL y ODD MAMI. Terán en una fuente de energía musical y el mismo se define: “Una amiga me dice: vos no sos músico, vos sos música. Estoy todo el día trabajando sobre ideas musicales desde que tengo uso de razón, hace 50 años. Entonces, tengo mis informantes, que una es mi hija, BB ASUL, que es una trapera, y esa me trae material artístico nuevo, me mantiene en esa curiosidad. Todo el tiempo estoy usando la orquesta como un ejemplo. Si veo una película y me gusta un pasaje, lo reescribo para mi orquesta y lo tiro en un folder mi computadora, para ver si un día sirve para algo. A veces me da un poco de pudor, pero especialmente en lso últimos años, me di cuenta que pertenezco a ese grupo que se llama neurodivergente. Por ejemplo, mi jornada de trabajo normal es de 14 horas, o 16, soy completamente incansable a la hora de trabajar. Tengo hiperfoco, hago foco en la partitura y me doy cuenta que 12 horas armando la partitura”.
—Lo que llama la atención tiene que ver con ese “estar con la oreja contra el suelo” para cuidar a lo que viene….
—Para darle un relieve. Yo soy muy admirador de la creatividad y de los mundos fantásticos y esta generación, el sub-30 ahora, tiene una capacidad de generar mundos fantásticos interiores muy fuertes. A veces la urgencia de la cantidad de data es tal, es tanta esa ola imparable de información, que muchas cosas quedan esa modernidad líquida, queda en la orilla tirado. No hay ninguna información museística, nadie recoge lo que queda tirado de la información. Poner en orquesta los mundos fantásticos de los jóvenes, que basicamente lo que es Tesoro, lo pone en relieve, como en una segunda mirada, que es casualmente mi mirada (podría ser la cualquiera). Son mundos que por ahí pasan, siguen. Es imposible retener el hecho artístico hoy. Todo sucede y cuando sucede está desapareciendo. Cosa que no critico, porque uno vive un poco así, la vida como un scrolleo (debe tener sus razones biológicas). Pero es lindo estéticamente mirar a veces dos veces.
El Coliseo es también un lugar así. Un escenario increíble. La cuestión esceno-técnica es increíble. Eso sumado a una orquesta de 24, que es lo que va a suceder esta vez (en La trampa éramos 14), y no son artistas de alquiler: son 24 de los artistas más originales e increíbles que están en mi agenda. Yo soy un director fan de los músicos. Soy muy admirador de los artistas talentosos. Tenemos 9 cantantes, que si bien están en puntos lejanos de la batea musical. Nina Suárez o Neo Pisteo: están en estrellas distintas de la constelación urbana, pero cuando los deje cocinarse juntos, se empezó a armar un argumento que casi se generó conmigo en una posición pasiva. Y el resultado fue una saga donde aparecen muchos los elementos de la naturaleza, las fuerzas naturales que impulsan a los humanos en sus actos, todo muy primara en un sentido de los elementos (del fuego, del agua, de la tierra). Es el mismo material el que se ordenó así. —¿Cómo vivís la creatividad en ese sentido?
—El otro día escuchaba a uno de los Monthy Python, hablando en serio, y él decía que la creatividad se trata de mantener un problema, siendo un problema. La paciencia y la capacidad de no arrojarse sobre la solución. Nunca arrojarse sobre una solución arrebatada y precoz, dejar que el problema se cocine siendo un problema. La solución última de ese dejar cocinarse va a ser más creativa que si tomas una decisión arrebatada.