‘Espanta la Virgen’: el otro gran misterio del caso Sofía Herrera
Sofía Herrera tenía apenas 3 años cuando desapareció misteriosamente de un camping de la ciudad de Río Grande, en la provincia de Tierra del Fuego. El domingo 28 de septiembre de 2008 sus padres, María Elena Delgado y Fabián Herrera, se encontraron con una familia amiga. No había mucha gente en la zona. Sofía se alejó unos metros de un espacio de unas 15 hectáreas y nunca más se la vio.
Ya pasaron quince años y su paradero es uno de los grandes interrogantes de las últimas décadas. Se siguieron decenas de teorías, los familiares recibieron centenares de mensajes de personas que aseguran haberla visto, pero hasta el día de hoy no existe una evidencia fuerte sobre su destino.
Pese a las dificultades que siempre presentó la causa (Daniel Césari Hernández, el cuestionado juez que investigó el caso y renunció a su cargo en julio pasado), hay una sola pista que todavía sigue activa. Y es la que apunta a un misterioso hombre apodado “Espanta la Virgen”, quien estuvo en las inmediaciones del camping John Goodall y del que se tienen pocas noticias.
Su nombre es José Dagoberto Díaz Águila. Es de nacionalidad chilena y tiene 54 años. Espanta la Virgen nació en la localidad de Castro, departamento de Chiloé, en el sur de Chile.
Desde 2020 pesa un pedido de captura internacional de Interpol por varios delitos graves: homicidio en grado de tentativa, privación ilegal de la libertad agravada por violencia y homicidio alevoso y crimins causae. La circular roja del organismo policial describe al sospechoso como un hombre de “cabello oscuro ondeado, cejas muy pobladas arqueadas, ojos almendrados, saltones y oscuros, pómulos salientes, nariz aguileña base mediana, surco marcado, boca mediana, labios gruesos, rostro alargado”.
Díaz Águila es uno de los primeros testigos que declararon en la causa por la desaparición de Sofía. Y lo curioso es que lo hizo de manera espontánea en la comisaría de Río Grande. Dijo que un amigo suyo encontró a la nena atrapada en una trampa para zorros, que la mató y la enterró. La policía fue hasta el lugar, pero no encontró nada.
La declaración de Espanta la Virgen, un apodo que es sinónimo de fealdad, nunca fue tenida en cuenta por los investigadores hasta que un amigo de la familia de Sofía, que era menor al momento de la desaparición, aseguró que un hombre se llevó a la nena en un auto gris que estaba estacionado en la ruta. “Era un hombre feo”, recordó.
“Esta persona volvió a declarar a los 18 años. Describió al hombre y con ello se hizo un retrato que resultó tener el 75% de coincidencias físicas con Espanta La Virgen. Se ordenó entonces la detención de ese sujeto pero nunca se lo pudo encontrar”, señaló María Elena Delgado, en declaraciones a Télam.
La mamá de la niña desaparecida recordó también que Espanta la Virgen indicó que soñaba con Sofía: “Dijo que Sofi no lo dejaba dormir, que le tiraba las patas. Todo eso está en la causa”.
Sin avances en la investigación, y a 15 años de su desaparición, la familia de la nena sigue apostando por esta pista. El pedido de captura internacional es una herramienta real, pero el hombre buscado es un baqueano que no tiene domicilio fijo.
Interpol publicó siete fotografías de cómo podría encontrarse en la actualidad. En las imágenes aparece con la misma ropa, distintos cortes de pelo y hasta con bigote. Su paradero es el otro gran misterio que tiene esta causa.