Avances en la paridad laboral: profesiones lideradas por mujeres
El CEO de Ledesma explica los detalles para que la compañía pasara en cinco años de perder plata a ser rentable y bajar considerablemente su deuda. Su análisis del resultado de las elecciones y por qué es optimista con el futuro del país.
Las mujeres continúan empoderándose, desafiando los roles tradicionales y desmontando estereotipos y prejuicios todavía muy arraigados. El camino que aún queda por recorrer requiere impulsar más decididamente los esfuerzos tendentes a acelerar el ritmo de esos avances.
En 1857, un grupo de mujeres trabajadoras se manifestó en Nueva York reclamando la mejora de sus condiciones laborales. Más de un siglo después, en 1977, la ONU declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, reivindicando la lucha por la igualdad de derechos y condiciones sociales, laborales y políticas de las mujeres.
Sin embargo, los avances desde entonces han sido lentos, y aún queda mucho camino por recorrer. Aunque cada vez hay más mujeres ingenieras, abogadas y médicos, al ritmo que llevamos los expertos calculan que falta más de un siglo para que se cierre la brecha de género en el trabajo .
De ahí que la ONU ponga el foco en la innovación, el cambio tecnológico y la educación en la era digital como aspectos clave para alcanzar la igualdad de género.
A un siglo y pico de la paridad
En la actualidad existen múltiples indicadores que monitorizan los avances –que tan trabajosamente se van logrando– en materia de igualdad laboral entre mujeres y hombres. Elaborados por diferentes organismos, tanto estatales como internacionales, uno de los más significativos es el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial (WEF), cuyo último informe ( junio de 2023) desgrana, entre otros temas, los avances en igualdad de oportunidades y participación económica entre mujeres y hombres.
La buena noticia es que en muchos de los países analizados (más de 140) hay notables mejoras. Lo malo es que la WEF estima que, al ritmo actual, se requerirán 131 años para alcanzar la paridad total. Estaríamos, pues, solo a medio camino de lograr la efectiva equiparación entre mujeres y hombres en el mundo del trabajo.
Uno de los elementos clave para ello es impulsar la incorporación de las mujeres a ocupaciones laborales de las cuales han estado excluidas, o siguen estándolo. Se requiere primero identificar qué profesiones cuentan ya con una significativa presencia femenina o incluso son lideradas por ellas.
Datos internacionales
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) identificó en 2020, en un estudio que abarcó un total de 120 países, cuatro áreas de mayoritaria participación femenina:
◆ Los cuidados.
◆ La sanidad.
◆ La limpieza.
◆ La educación.
Por contra, las profesiones que cuentan con una menor presencia femenina son las relacionadas con la minería, la protección y la seguridad, la ciencia y la ingeniería, y la logísti
ca. La OIT destacó, además, la existencia de un techo de cristal en el acceso de las mujeres a puestos de nivel directivo, ocupados aún por hombres en tres cuartas partes.
Estereotipos caducos pero arraigados
Se constata, pues, que hay profesiones en las que por razones sociales, culturales o políticas, la presencia femenina es es mucho más abultada que en otras (y viceversa). En algunos casos, ello evidencia la persistencia de estereotipos caducos, pero fuertemente arraigados.
Así, las mujeres estarían “naturalmente destinadas” a la realización de determinadas funciones: profesiones menos arriesgadas físicamente o con más bajo nivel de responsabilidad o de requerimientos de conocimientos técnicocientíficos. La consecuencia es que las mujeres acaban desempeñando ocupaciones con más precariedad laboral y peor remuneradas.
A lo anterior se suma que, a escala global, los niveles de participación en la actividad laboral de mujeres y hombres son muy dispares entre sí y en muchos países y ocupaciones es llamativamente superior el porcentaje de hombres trabajando. Esto ocurre tanto en el sector formal como informal del mercado de trabajo.
Esta circunstancia, además de inadmisible, es contraria a una lógica puramente económica. El Banco Mundial señaló en 2022 que existen sólidas evidencias de que el incremento de la participación de la mujer al mercado laboral se correlaciona positivamente con el incremento del producto interior bruto (PIB).
Crecen en presencia
En cualquier caso, y de forma general, cabe identificar como profesiones que cuentan con mayor (y creciente) presencia femenina:
◆ Medicina y salud.
◆ Educación: la enseñanza es un campo en el que las mujeres han estado presentes históricamente desde el nivel preescolar hasta la educación superior.
◆ Derecho y justicia: en el ámbito legal, las mujeres han ganado terreno como abogadas, juezas y defensoras de derechos humanos.
◆ Ciencias sociales y psicología: con una creciente participación laboral en la psicología, la sociología y el trabajo social.
◆ Administración y gestión empresarial: sigue evidenciándose que la presencia de mujeres en puestos directivos y correspondientes a cuadros intermedios es significativamente inferior a la de los hombres.
◆ Tecnología e ingeniería: aunque todavía existe una brecha de género en las carreras CTIM, cada vez más mujeres se incorporan a ellas.
◆ Arte y diseño.
◆ Periodismo y comunicación.
◆ Emprendimiento: cada vez más mujeres lanzan sus propios negocios y empresas.
◆ Ciencia e investigación.
Así pues, a nivel laboral, las mujeres continúan empoderándose, desafiando los roles tradicionales, y desmontando estereotipos y prejuicios todavía muy arraigados. El camino que aún queda por recorrer requiere impulsar más decididamente los esfuerzos tendentes a acelerar el ritmo de avance, de forma que para 2057, cuando se cumplirán dos siglos desde el impulso inicial dado por aquellas mujeres trabajadoras pioneras que alzaron su voz contra la discriminación laboral por razón de género, estemos en condiciones de afirmar que, por fin, la brecha de género se ha cerrado.
‘ Aunque cada vez hay más ingenieras y médicas, al ritmo que llevamos se calcula que falta más de un siglo para que se cierre la brecha de género en el mundo del trabajo ’
Javier Goñi pasó la tormenta y ahora puede mirar para adelante. Cuando el 1ero de junio de 2017 asumió como CEO de Ledesma tenía el objetivo de dar vuelta los números de la empresa. La compañía había cerrado ese último balance con una pérdida pos impuestos de $ 149 millones, lo que había sido un 188% más que el año anterior; tenía una deuda de casi $ 4.405 millones de los cuales el 60% estaba en dólares y sus unidades de negocio habían dejado de ser rentables. Cinco años después, y luego de la sequía y la pandemia, que lógicamente afectaron sus dos principales negocios (el del azúcar y el papel), los números del último balance mostraron una ganancia neta de $ 13,5 millones. “Hicimos una transformación digital, cultural y con foco en la innovación, apoyados en la tecnología, mejora de procesos y baja de costos”, explica el ejecutivo. Además, asegura ser un “defensor de la planificación” porque “marca el rumbo”.
En su charla con Fortuna, además de contar cómo dio vuelta los números de Ledesma, analiza el clima de negocios en el actual contexto económico y electoral y destaca las oportunidades que tiene el país en el corto y mediano plazo para salir adelante. FORTUNA: ¿Qué análisis hace del resultado de las elecciones en términos del clima de negocios? GOÑI: Los resultados fueron un poco inesperados. Quedó un escenario de tres tercios, con cada fuerza política en torno al 30%. Lo que yo leo es un mensaje del electorado de que quiere algo diferente, que le está diciendo basta a la política tradicional y que quiere algo con más transparencia, que sea más genuino y que entienda lo que les pasa a las personas. Es todo un mensaje el que dejó la elección y hay que decodificarlo. Desde mi punto de vista todo proceso electoral trae esperanza de que va a venir algo mejor. Esto es positivo, aunque vamos a vivir dos meses de incertidumbre y creo que después se va a venir algo distinto que esperemos sea mejor.
FORTUNA: En el actual contexto, ¿cuál cree que es el principal desafío de las empresas en el corto, pero también en el mediano y largo plazo?
GOÑI: El desafío para las empresas y el país sigue siendo el mismo desde el día en que asumí en Ledesma, que es el de trabajar en la mejora de la competitividad. Internamente nosotros venimos trabajando muy duro en eso porque creo que es la forma que Argentina tiene para salir adelante. El país necesita tener empresas que sean competitivas, y no solamente competitivas mirándome al lado sino globalmente. Obviamente hay condiciones naturales que permite que haya sectores que sean más competitivos que otros, pero siempre se puede hacer algo mejor.
FORTUNA: En 2018, cuando Fortuna le hizo una nota a pocos meses de haber asumido en su rol de CEO de Ledesma, usted decía que la competitividad del país dependía de mejorar la infraestructura y bajar la presión impositiva. ¿Lo sigue viendo así? ¿Cambió algo en estos cinco años?
Goñi: Esos dos factores son externos, y creo que son una materia pendiente. Pero también debo decir que las empresas deben hacer un trabajo interno para mejorar, cada una, su propia competitividad. Nosotros nos hemos enfocado mucho en eso y hoy somos más competitivos. En Ledesma bajamos los costos y logramos ser
más eficientes incorporando tecnología y mejorando procesos. Creo que este sigue siendo el desafío para ir un poco hacia un proceso de excelencia, con productos de calidad que sean competitivos en términos de costos y de calidad. Empezamos ese camino en 2018, y hoy estamos mejor pero lo seguimos haciendo. Es el camino, el de tratar de superarse permanentemente.
FORTUNA: Además de bajar costos con tecnología y procesos, ¿qué cambios llevó adelante en Ledesma para revertir la situación de la compañía, que tenía un resultado neto negativo y ahora es positivo?
Con tecnología y mejores procesos fuimos innovando constantemente. Iniciamos un proceso de transformación integral en tres grandes ejes: transformación digital, transformación cultural y la innovación, y los tres están articulados entre sí. Acabamos de hacer una inversión para poner en marcha una nave con tres máquinas que nos permitirá producir vajilla descartable de único uso para reemplazar el plástico de único uso, todo hecho de papel, de la pulpa que quedaba. Es un producto que además de reemplazar importaciones, después de utilizarlo se puede enterrar y a los pocos meses desaparece. Este tipo de innovaciones son los que hacen que una compañía perdure en el tiempo. Y así tenemos varias innovaciones.
Fortuna: ¿Cree que otro desafío para los líderes de las compañías es tratar de alejarse de la coyuntura, en pos de buscar esa competitividad? ¿Es posible hacerlo?
Goñi: El desafío es cómo uno maneja con las luces bajas y las luces altas al mismo tiempo. Uno tiene que trabajar pensando en la coyuntura, porque es el día a día, pero se debe dejar el espacio y el tiempo para el largo plazo. Nosotros lo hacemos de esa manera. En Ledesma tenemos un plan anual, que se lo presentamos al directorio y acaba de ser aprobado; pero además tenemos un plan a cinco años que cada tres se va reviendo y rearmando. Es como un horizonte que nos planteamos. Si alguno me pregunta, ¿qué inflación calculamos para esos años?, la verdad es que no tengo la menor idea de cuál va a ser. Lo más seguro es que los números que
pusimos estén lejos de la realidad, pero ese plan es el norte hacia dónde queremos ir. El primer plan así que hicimos fue en 2018, y este año se cumplen cinco años, y puedo decir que aunque lógicamente hubo diferencias en nuestras unidades de negocio, en términos generales el plan se cumplió. Yo soy muy defensor del tema de la planificación, por ese norte que te da, y claro, uno después lo va ajustando porque los mercados y los clientes van cambiando. Sin ese plan es como que una compañía termina yendo donde la lleve el viento. Creo que la clave es tener un rumbo definido. Después vas ajustando, te cambia el signo político y habrá que ajustarse y trabajar de una forma o de otra. Pero para mí la esencia de ser competitivo, de ser innovador, de tener gente preparada y buena, que esté a la altura de los desafíos que te plantean los clientes y los consumidores, funciona en cualquier entorno y en cualquier economía.
FORTUNA: Luego de las elecciones hubo una devaluación del 20%, lo que haría a los productos argentinos más competitivos. ¿Eso sirve?
GOÑI: Creo que el tipo de cambio tiene que ser adecuado en relación a lo que es la competitividad argentina. Y a partir de ahí cada una de las empresas tiene que trabajar en buscar su propia competitividad y el Estado lo que tiene que hacer es no disminuir tu competitividad. Por ejemplo, con una buena infraestructura, seríamos más competitivos nosotros, porque segui
mos tardando 15 días en traer el azúcar desde el norte, cuando podríamos tardar cuatro o cinco. Eso, en definitiva, es costo. Otro tema que no ayuda o golpea a la competitividad son los costos impositivos, que son realmente fuertes. Creo que estas son las cosas de fondo que hay que trabajar en Argentina para darle a las empresas que están acá, que tienen una visión de seguir invirtiendo en el país.
FORTUNA: ¿Cuáles cree que son las oportunidades que tiene el país para salir adelante? ¿Qué sectores?
GOÑI: Yo soy un convencido de que tenemos muchas oportunidades. En lo que es tecnología aplicada al agro estamos en el mejor nivel del mundo. Tenemos Vaca Muerta, que hay que terminar de desarrollarlo pero el recurso está y ya sabemos que es posible. En todo el contexto macroeconómico, se hizo un gasoducto en menos de un año. También está la minería, porque los que están del otro lado de la Cordillera viven gracias a la minería. Sumo al litio, y eso lo conocemos porque nosotros somos proveedores de esta industria con el ácido clorhídrico y la soda cáustica. Se presentó una oportunidad y la aprovechamos, y ya tenemos el proyecto de duplicar la planta para hacer más de ambos pro
ductos. Entre el cobre y el litio el año que viene el país podría dar un salto y generar entre u$s 3.500 y u$s 5.000 millones de dólares. Y el otro punto que es súper interesante es todo el avance que se ha hecho y podemos seguir haciendo en biotecnología. De hecho, nosotros somos miembros fundadores de la Cámara Argentina de Biotecnología y hay un potencial enorme ahí.
FORTUNA: Metiéndonos en Ledesma, ¿cómo está actualmente la compañía? Cuando uno ve los balances ve que los números desde que usted asumió han cambiado rotundamente, de resultados negativos a positivos, caída de la deuda, mejores márgenes.
GOÑI: Los resultados son fruto de un enorme trabajo de equipo con el apoyo del directorio. Lo primero que hicimos fue poner el foco en bajar los costos. Vendimos Haras, que era un negocio que no era rentable, vendimos aviones, cerramos plantas que no eran viables e hicimos una compañía con más músculo, que tenga capacidad de reaccionar más rápido. Hoy estamos muy satisfechos porque los resultados se ven y podemos pensar de otra forma. Teníamos una deuda que era muy alta y que era de
muy corto plazo y logramos financiación. Hoy la compañía está mucho más sana.
FORTUNA: Sus dos principales unidades de negocio, que son el azúcar y el papel, que representan el 50% y el 35% de su facturación respectivamente, ¿cómo están teniendo en cuenta la sequía y la situación macroeconómica?
GOÑI: El negocio del azúcar y papel va cambiando en función de cómo son las producciones. Venimos de dos años de sequía, lo que hizo que la producción de azúcar fuera baja, pero esto hizo que los precios sean un poco más altos. El precio internacional del azúcar está bueno ya que subió bastante en los últimos 12 meses y la perspectiva es que permanezca alto, porque cada vez es más utilizado como materia prima para la energía. Y eso es positivo. Respecto al papel fue un mercado que se recuperó rápido desde de la pandemia. Nosotros vendemos papel para oficinas y escuelas, con lo cual en pandemia fueron meses de no vender nada. Pero eso nos sirvió también, porque hicimos papel para packaging y hoy se sigue utilizando. Vimos una oportunidad en ese momento. Otro ejemplo de innovación, que sin dudas, es el camino.