DE FAMILIA MUSICAL A COMPARTIR CON ESPAÑA
Miguel Cantilo confiesa que proviene de una familia de melómanos, diez hermanos que crecieron escuchando música clásica. Hoy comparte su vida entre Argentina y Madrid. “En general en España –dice– no hay un movimiento colectivo de poetas cantores, por eso respetan mucho lo que llega de Argentina. Les llama la atención la cantidad de rock que tenemos, ya que allí es minoritario, tal vez haya más jazz, o fusión con flamenco. Las convocatorias son multitudinarias por parte de los músicos argentinos que llegan a España. Hay una mayoría de seguidores que viven allá y obviamente extrañan mucho nuestra música, pero también están los españoles. Tenemos un lenguaje diferente. Hay en España muy buenos instrumentistas, lo que a mí me dio la oportunidad de incluir en mis proyectos a varios músicos españoles que son realmente notables”.
Cuando se le pregunta qué extraña, afirma: “Fundamentalmente a mis seres queridos que están acá, donde tengo hijos y nietos, pero no solo en Argentina ya que otros están en México y Brasil. Afortunadamente tengo un lugar en la provincia de Buenos Aires donde se criaron mis hijos y hoy tenemos montado un estudio de grabación donde ellos trabajan. Hoy en día a través de las tecnologías, uno puede resolver el problema de la nostalgia”.
“Creo que hay un afán de algunos argentinos de hacer propaganda, que estamos mucho peor de lo que estamos. Cuando uno viene aquí sí ve el desequilibrio y el problema económico, pero la gente sigue siendo la misma con entusiasmo, proyectos y sueños”, concluye.
J.M.D. —¿Cómo ese contacto diario con los zombis, viendo gente detrás de cámara vestida, altera ver qué se puede hacer en el género y qué no? —Somos muy afortunados de tener a Greg Nicotero y su equipo de maquillaje con nosotros desde siempre. Ellos han creado algo maravilloso. Siento que los caminantes no solo son una amenaza, no solo son los tiburones en nuestro mar. Por ejemplo, en la temporada 4, los personajes de John Dorie y June están en un jeep, en un puente, y solo hay un zombi, un caminante, que va contra los vidrios de plástico del auto y tiene un machete en el pecho. Ese machete atraviesa el vidrio. Y va logrando llegar, Dorie no dispara. Ella se pregunta ¿por qué no lo hace? Y lo cierto es que no es gag, no es solo horror, sino que usás un zombi para que te diga todo sobre un personaje.
—¿Hay algún momento que te genere orgullo que hayan creado en estas 8 temporadas?
—Hacer un show así puede ser muy difícil. Entonces hay mucho orgullo, en el equipo, mucho amor y cariño mutuo. Estoy especialmente orgulloso de la familia que armamos durante la duración del show, y lo que hemos logrado. Creo que el corazón del show es la esperanza, es encontrar la luz en la oscuridad, encontrar razones para vivir más allá de la supervivencia. Estar juntos incluso cuando todo arde. Se trata de cómo la gente puede unirse bajo las circunstancias más extraordinarias, o incluso, aquellas más ordinarias que implican quizás el fin del mundo en una escala más pequeña, pero igual de tremenda, de destructiva.