Imitaciones perfectas
Cuando alguien se instala delante de un auditorio dispuesto a escuchar su discurso, corre el riesgo de que los oyentes capten su costado pintoresco o ridículo y luego traten de imitarlo y lograr así un efecto humorístico. Esto ha ocurrido siempre desde el ámbito escolar cuando en los recreos algunos alumnos se divertían exagerando el modo en que sus docentes daban las clases. Antonio Gasalla con su personaje de la maestra Noelia logró recordarnos el lado cursi de algunos docentes de los años 50, aún de los que admirábamos por su cultura.
Actualmente el teatro Politeama ofrece un festival de imitaciones de personajes famosos en el show “Tarico on the Rotemberg” en el que desde ese escenario son recreados políticos, periodistas, etcétera.
Ariel Tarico es un notable observador de los personajes a quienes imita. Con solo repetir una frase, que alguno de ellos ha dicho al pasar en algún acto público, consigue que el público identifique inmediatamente al personaje que está imitando. Si dice “Massa....massa”, uno lo asocia con Patricia Bullrich. Si el tono calmo de un discurso se interrumpe con la frase: “¡No se inunda más! sabemos que el que reacciona de ese modo es Mauricio Macri. Si alguien es capaz de interrumpir hasta a un Presidente diciéndole “¡Pará! ¡Pará! ¡Pará!”, el público lo asocia con Alejandro Fantino. Si uno oye una palabra tan común como ¡Colosal! presupone que el único que podría decirla con ese énfasis es Ricardo López Murphy.
Ta r i co sabe reproducir perfectamente la tonada cordobe - sa de Luis
Juez, el tono pausado y calmo del papa Francisco, o la actitud canchera de Sergio Massa. Lo más gracioso a partir de que los espectadores identifican a los personajes, son los monólogos que Tarico crea para cada uno de ellos. El humorista pone en boca de sus personajes discursos que esas personas jamás se atreverían a decir en público. Uno se pregunta si lo que allí expresan son exageraciones del libreto, o si es eso lo que piensan los imitados sin el filtro de lo que sería políticamente correcto.
En el final del show aparece imitada Mirtha Legrand rociando el ambiente de perfume con un aerosol y, aunque ella cuando preside la mesa acostumbra a hacer todo tipo de preguntas, Tarico va mucho más allá de lo imaginable y provoca carcajadas con su imitación.
El show está respaldado en su parte musical por David Rotemberg, quien asimismo, logra una increíble recreación del predicador que aparece a la medianoche en la pantalla de la televisión y que trata de ayudarnos con su discurso a que dejemos de sufrir.