Un elenco y un director para salvar un guión endeble
EL ABOGADO DEL CRIMEN Título original: The
Counselor Dirección: Ridley Scott Guión: Cormac McCarthy Intérpretes: Michael Fassbender, Penélope Cruz, Javier Bardem, Cameron Díaz, Brad Pitt Duración: 116’
Del novelista estadounidense Cormac McCarthy, ganador del premio Pulitzer, hace varios años se vio la adaptación para el cine de los hermanos Coen, Sin lugar para los débiles. De él hay que decir que, como guionista, es un muy buen escritor.
Acá se ocupó del guión, y quien lo salvó del papelón fue un director tan prolijo y tan per- sonal como Ridley Scott y un elenco envidiable.
Como en la anterior, el tema del narcotráfico inquieta a este escritor de 80 años. La droga y los carteles mexicanos vuelven a ser el tema. En este caso, un abogado mete sus narices en el negocio de las sustancias peligrosas y termina haciendo un infierno de su vida. El papel está a cargo de Michael Fassbender, quien ante los poderosos y buchones señores de la droga se hace llamar El Consejero. El muchacho tiene vicios caros –por ejemplo, querer regalarle un diamante a su novia para proponerle casamiento–, por eso busca dinero, en apariencia fácil, junto a los refinados mercaderes de los que se hace socio.
Si bien el hombre cree poder manejar lo que esconde un lugar como Ciudad Juárez, en México, más tarde se dará cuenta de que fue tratado, aunque refinadamente, como el peor de los perros y ni que hablar de lo que le espera a su querida novia.
Este es un film de un estilo refinado, glamoroso, con locaciones que sorprenden y escenas que buscan provocar un intenso impacto, como la bizarra situación en la que Cameron Díaz, en un supuesto acto de audacia, pretende hacerle el amor al auto de su novio delincuente.
De estas escenas hay dos o tres, con las que Scott salva lo que se puede salvar de la propuesta, pero más allá de eso lo que queda como saldo es un guión literario de frases y conceptos tan vacíos como pretendidamente intelectuales, y un equipo actoral que, como no podía ser de otra manera, sabe hacer lo suyo.