Romper los moldes
Es el primer sedán de la marca alemana con tracción delantera. Y el primero del segmento de los compactos. Ya llega al país y por el momento casi no tiene rivales. Evaluación de la versión más “accesible”, con motor de 156 caballos y caja manual.
El nuevo Clase A es un verdadero éxito comercial. Mercedes abandonó el formato de monovolumen y lo convirtió en un hatch convencional (tipo Golf) con un estilo muy moderno y atractivo. A la receta agregó eficientes mecánicas, un gran comportamiento dinámico y la calidad e innovaciones que cualquiera puede esperar de un Benz. Todo eso es lo mismo que hoy ofrece el nuevo CLA, un sedán compacto que comparte con el nuevo A la arquitectura, los motores, las cajas y el chasis. Por eso se podría decir que es un derivado de éste, pareciéndose mucho incluso en su estilo frontal. La verdadera personalidad del CLA radica en su perfil, tipo cupé de cuatro puertas, un formato que consagró al soberbio CLS y que consiste en un techo bajo y muy arqueado, cintura alta, ventanillas pequeñas y un remate trasero estilizado que acompaña al conjunto. En este caso el resultado es muy original y llamativo, aunque es visto con cierto recelo por los usuarios más tradicionalistas. Aunque tiene una carrocería bastante larga (4,6 metros), este sedán se ubica en el segmento C, donde compite principalmente con el nuevo Audi A3 Sedan, que llegará al país el año que viene. Al igual que la marca de los anillos, es el primer tricuerpo que Mercedes coloca en este segmento, y el primero con tracción delantera (hasta ahora sólo reservada al hatch y los monovolúmenes como el Clase B). Por eso se dice que llegó para romper moldes.
Aerodinámica sin rivales
También disponible con motor 2.0 de 211 CV (versión 250), la más accesible, denominada Urban, tiene el conocido 1.6 turbo de 156 CV, un propulsor harto eficiente no sólo por sus prestaciones sino por la manera progresiva de entregar la potencia y su bajo consumo. Combinado con caja manual de seis marchas (hay también automática de siete), se luce por sus prestaciones, con una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 8,7 segundos. Sin embargo, lo más elocuente es la velocidad máxima, de 230,6 km/h. Esto no sólo habla de las aptitudes mecánicas sino también de una carrocería con un récord aerodinámico en su clase (Cx de apenas 0,23). Esto también favorece el consumo, que de por sí es bajo, no sólo por la cilindrada del motor sino también por la inyección directa y una gestión del turbo que le permite entregar mucho torque en baja, es decir que no hace falta exigirlo para obtener una marcha ágil. Además, la sexta marcha modera el régimen de giro en ruta. Adentro este Mercedes adopta el mismo puesto de mando del Clase A, sólo con algunas diferencias “decorativas”. Excelente posición de manejo, buena calidad de materiales, correcta climatización y un tablero con abundante información definen el puesto de mando. Atrás no es tan cómodo, especialmente por la marcada curvatura del techo, que limita mucho la altura. El baúl, en cambio, con 470 litros, tiene una capacidad más que suficiente.
Siempre ágil
Manejar este CLA es un verdadero placer, porque
además de la eficiencia de su mecánica se luce por el comportamiento dinámico, siempre preciso y seguro. Los frenos cumplen muy bien con su labor y es excelente el desempeño de la dirección, rápida, precisa y con un mínimo diámetro de giro. En ciudad tiende a lo firme; el andar es digno salvo al pasar por lomos, pozos o cortaduras, donde manifiesta asperezas en ambos trenes de suspensión (independientes). Como es de imaginar, el CLA no es barato ni mucho menos. Esta versión Urban manual, la más “accesible” de la gama cuesta 53.900 dólares, casi 8 mil más que el A 200 Urban. Es una diferencia muy grande y e incluso se coloca por encima del Clase C versión 200 City, con 184 CV, a 52 mil dólares. La relación precio-producto, entonces, no es de las más convenientes pensando incluso que en su equipamiento encontramos varios faltantes (techo corredizo, butacas eléctricas, navegador, tapizados de cuero, control de crucero, etc.) aunque el nivel de seguridad es elevado, como nos tiene acostumbrados la marca alemana.