LAS ARENAS DEL PACIFICO
Cuatro mil trescientos kilómetros de costa es la carta de presentación de Chile. Sol y playas, el menú principal para los que piensan el verano como sinónimo de mar. Agua más templada y clima cálido en el ya célebre trío: La Serena, Viña del Mar y Valparaíso.
A la altura de San Juan
Peñuelas, El Faro, Mansa y Cuatro Esquinas son algunas de las playas más conocidas de La Serena, en la denominada IV Región. Melliza de la localidad de Coquimbo, se diferencia por su casco antiguo colonial con iglesias, campanarios y museos. La Avenida del Mar es el eje de la vida nocturna, con gran concentración de bares, restaurantes, pubs y discotecas.
A la altura de Mendoza
“Valpo”, como le dicen cariñosamente a Valparaíso, es la sede de la bohemia chilena. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se encuentra rodeada por 45 cerros, que han inspirado a escritores, músicos y dibujantes. Quince ascensores, distribuidos por el corazón mismo de la ciudad, constituyen el medio de transporte ideal para recorrerla. Los puntos fuertes: La Sebastiana, casa museo del poeta Pablo Neruda, y el barrio del puerto, donde entre calles laberínticas sorprenden hermosas iglesias. A tan sólo 8 kilómetros se encuentra Viña del Mar, donde cada año se celebra el famoso Festival Internacional de la Canción, y cautiva la belleza de la Quinta Vergara, antigua mansión que perteneció a la familia fundadora de la ciudad, hoy Museo de Bellas Artes. Para disfrutar de las playas de moda y de buenas olas, se recomienda visitar la playa de Reñaca, unos kilómetros al norte.
Extremos
Con un ancho máximo que llega a los 445 kilómetros a la altura del estrecho de Magallanes y un mínimo de 90 entre Punta Amonalas y Paso de la Casa Piedra, Chile es un país de contrastes que llega a su máxima expresión en el Desierto de Atacama y con los géiseres al norte, y con los ríos, lagos, montañas y glaciares de Torres del Paine al sur.