Fábricas se vuelcan a la importación
Pasaron sólo seis meses del nuevo gobierno, pero las señales han sido lo suficientemente claras como para que compañías como NewSan, el mayor fabricante de celulares y electrónica de consumo con incentivos fiscales en Tierra del Fuego, haya decidido dar un giro en su estrategia y se vuelque a la importación.
“Tenemos que reconvertirnos, y la única vía para posicionarnos ya no es la fabricación, sino también la importación”, aseguró Luis Galli, CEO de la compañía más grande en la provincia austral, con unos 5 mil empleados y que creció en la última década gracias a la protección del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. El jueves presentó una alianza con la multinacional de baterías Duracell, que emplea tres personas en el país, para licenciar varios productos que llegarán del exterior y serán distribuidos y comercializados por la firma de Rubén Cherñajovsky, un hombre que llegó a integrar la mesa chica del ex candidato presidencial por el Frente para la Victoria, Daniel Scioli. Galli, de NewSan, sin embargo, aseguró que no se recortará la producción local. Pero además de NewSan, otros protagonistas del mercado de electrodomésticos están preparándose para los “nuevos tiempos”. De hecho, una misión de BGH partió ayer rumbo a China para profundizar la alianza con el gigante asiático de TV Hisense (el tercer mayor fabricante del mundo detrás de Samsung y LG). El nuevo contexto pro importación generó críticas en la última reunión de junta directiva el martes en la Unión Industrial Argentina (UIA), donde hubo quejas de sectores como los productores de chacinados, que pusieron el grito en el cielo “porque están dejando entrar de todo”.