Mafia china en Argentina: quiénes son y cómo ejecutaban los crímenes
La organización más grande que operaba en el país fue desarticulada esta semana. Se la vincula con cerca de 140 ataques a supermercadistas. Contrataban a sicarios extranjeros.
Segundo jefe Los sicarios de la mafia china están entrenados para matar y rara vez dejan una pista. No son de la comunidad –aunque existen excepciones–, por lo que identificarlos es una de las tareas más dificultosas que tiene la Justicia. No se preocupan por dejar testigos. Ni por el lugar del objetivo ni por las cámaras de seguridad.
Pueden aparecer a plena luz del día, como ocurrió en diciembre pasado a pocas cuadras del Congreso de la Nación, cuando dos ciudadanos chinos –uno dueño de un supermercado y otro empleado del negocio– fueron acribillados por un killer que bajó de un auto y les disparó sin mediar palabra en el interior de una confitería de la avenida Entre Ríos al 600. Los testigos coincidieron en señalar que el (a) Ai Ru (a) Fan Wu (a) Ie Jian (a) Pan Zi O,A Pui (a) Zhou Bin (a) Ya Jian tirador no era de rasgos orientales, un patrón que se repite en muchos de los casos.
Este ataque, como otros 138 denunciados, habría sido ejecutado por una misma tríada (organización criminal): Pixiu, que en su traducción significa “Protección”. Este clan sería el brazo ejecutor de los principales ataques de la mafia china en el país, especialmente los detectados en la Ciudad de Buenos Aires, donde en la última década los supermercados chinos crecieron como hongos tras la lluvia.
En el mundo existen tres grandes tríadas: Jia Yuan, Wang Ke y Jong Long. “Algunos de los componentes de estas bandas fundaron Pixiu, que desarrollaba operaciones en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia”, informó un vocero consultado por PERFIL.