Temblor post Brexit: Cameron renuncia y asumirá un anti UE
Tras perder el referéndum, el premier anunció que se irá en octubre. El Partido Conservador elegirá a su sucesor, que podría ser Johnson, quien propuso separarse de Bruselas. Farage, el otro gran ganador.
Para unos un mazazo, para otros la “nueva independencia”. Así se vivió el día después del referéendo que cambiará al Reino Unido y a la Unión Europea (UE). El 48% de los británicos que votaron a favor de quedarse en el bloque comunitario expresaron su desolación, al igual que el primer ministro David Cameron, que anunció ayer que renunciará en octubre, cuando tenga lugar el congreso nacional del Partido Conservador. Del otro lado, los festejos se extendieron entre los partidarios del Leave, el 52% restante de la población. Entre ellos, se congratularon los conservadores encabezados por el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, y los euroescépticos de UKIP, liderados por Nigel Farage, quien centró la campaña en el temor a la inmigración.
El Reino Unido amaneció sumido en una incertidumbre política y económica sin precedentes, con la única certeza del adiós a un proyecto de unidad continental diseñado sobre las cenizas de la Segunda Guerra Mundial. La decisión de los británicos le costó el cargo al premier, que había pedido la permanencia en la UE, hundió a los mercados y amenazó con des- integrar el Reino Unido. “Haré todo lo que pueda como primer ministro para mantener estable el rumbo durante las próximas semanas y meses. Pero no creo que sea adecuado que yo sea el capitán que guía al país a su próximo destino”, anunció, acompañado por su esposa, frente a la sede de gobierno, en Downing Street 10. Ahora, los parlamentarios conservadores propondrán a sus afiliados dos posibles sucesores, de los que saldrá en octubre el nuevo premier. “El Partido Conservador debe elegir un nuevo líder, que saldrá de Johnson, Theresa May y Michael Gove”, afirmó a PERFIL Ezequiel González Ocantos, profesor de la Universidad de Oxford.
Frente al Parlamento de Westminster, los partidarios de Farage se mostraron exultantes. “Amanece en una Gran Bretaña independiente”, dijo el líder del Partido Independencia de Reino Unido (UKIP). “Que el 23 de junio pase a la historia como nuestro nuevo día de independencia”, agregó. En un intento por tranquilizar los ánimos, tras una abrupta caída de la Bolsa y la mayor depreciación de la libra esterlina desde 1985, Johnson dijo que el resultado no pretendía de ningún modo que el Reino Unido estuviera “menos unido” o fuera “me- nos europeo”. Tras ser una de las caras victoriosas del Brexit, Johnson sería propuesto por los conservadores para gobernar y liderar el “divorcio” de Bruselas.
Según él, el país recuperará facultades para “imponer impuestos” y “aprobar leyes”.
Los resultados desnudaron un país profundamente dividido: miles de partidarios de la UE en Londres, el motor económico y cultural británico, y Escocia, contrastaron con el abrumador sentimiento euroes-