La histórica Confitería del Molino cumple cien años y sigue frenada su restauración
El objetivo era celebrar hoy el centenario de su inauguración con sus puertas abiertas y sus mesas repletas de gente. Sin embargo, la realidad de la Confitería del Molino es muy diferente. A cien años de su apertura, la emblemática confitería porteña se encuentra cerrada, casi en estado de abandono y a la espera de una definición sobre su futuro.
El Molino fue expropiado a sus dueños –la familia Roccatagliatta– en 2014 por medio de la Ley 27.009 para su puesta en valor. Por aquel tiempo, Julián Domínguez anunció que la confitería iba a reabrir sus puertas “cuando se celebrara el Bicentenario de la Independencia”. Una vez expropiado, se dio intervención al Ministerio de Planificación para luego ser cedido sin cargo al Congreso Nacional, que tenía la intención de abrir allí un museo y un centro cultural.
Tras el cambio de gobierno, el tema quedó en manos del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda para que continúe con el proceso de expropiación, pero hasta el momento no hubo avances. Ni siquiera el Tribunal de Tasación determinó el importe que el Estado deberá pagar a los propietarios del inmueble. Mientras tanto, el equipo del Plan Reactor de Intervenciones Edilicias (PRIE), responsable de la restauración del Congreso,