Crecen los bares temáticos inspirados en autores y clásicos de la literatura
Palermo homenajea a Borges y a Lewis Carroll, con Alicia como protagonista. Cortázar y Verne tienen su rincón en Almagro y un pub secreto traslada a
Una fiesta del té con el Conejo Blanco de Alicia en el País de las Maravillas, un café inspirado en la París de Cortázar, un cóctel con el Capitán Nemo, una tertulia con Borges y hasta un vaso de “leche plus” (transformado en un trago ruso blanco) con Alex, el protagonista de La naranja mecánica. Transportarse a otros tiempos y lugares ya no es privativo de la literatura: los bares inspirados en autores y novelas crecen en Buenos Aires y reproducen la tendencia de otras ciudades del mundo.
En Palermo, Verne Club honra al autor de La vuelta al mundo en 80 días con un bar que hace cobrar vida a los protagonistas, escenarios y objetos del universo de Julio Verne, desde el menú hasta la decoración.
“La vuelta al mundo... es mi libro favorito, porque sobre él podemos crear una carta de tragos que reproducen los sabores más característicos de Japón o Londres, por ejemplo”, explica Germán Lacanna, uno de los dueños, que es, además, un apasionado profesor de Literatura. Detrás de la barra tiene nada menos que al consagrado Federico Cuco.
Otro que sigue los pasos de un gran escritor es el Café Cortázar, que abrió en enero pasado en Almagro. “Aquí no sólo me transporto a otra época, sino a otro ugar. Siento que estoy en París y en Almagro a la vez”, ríe Pablo Pires. Es que las chapas antiguas, las postales de una Notre Dame lejana, y la tipografía de la máquina de escribir de Julio Cortázar parecen oscilar entre Francia y Argentina.
Pero la literatura argentina tiene su meca en la manzana de Guatemala, Serrano, Paraguay y Gurruchaga, invocada en las letras de Jorge Luis Borges. La escritura de compra muestra que esos lotes pertenecieron a la familia del escritor hasta 1938 y cuelga, hoy, en El Aleph del Soho.
“Hay una afinidad natural entre libros y bares: llaman a crear y compartir”, explica Tony Raposo, el encargado del café que organiza tertulias para preservar el espíritu
borgeano en su casa familiar. Allí, se ofrecen exposiciones de arte y cuentos de conventillos y cuchilleros con guitarreadas, los sábados.
En Palermo Soho está, también, el País de las Maravillas de Lewis Carroll. Desde el menú con pizzas en forma de corazón, hasta invitaciones a una fiesta de “no cumpleaños”, Sigue al Conejo Blanco recrea el mundo de Alicia de jueves a domingo con cocina gourmet. “Las ilustraciones del libro proponen un universo increíble, salido de un sueño. Intentamos replicar ese mundo”, explica Loli Gauto, dueña del restaurante. Venivan también invita a la fiesta del té
“Hay una afinidad natural entre libros y bares: llaman a compartir”, dice Raposo, del Aleph