Perfil (Sabado)

Un escándalo judicial que al final salpicó a De Vido

- PATRICIA BLANCO FERNANDEZ

Pelea, gritos, una detención y la sombra de Julio De Vido. Así podría resumirse el escándalo que se vivió en la mañana del jueves último en el primer piso del edificio de Comodoro Py 2002, y que amenaza con convertirs­e en un dolor de cabeza grave para los dos protagonis­tas de la batalla: los jueces de Casación Juan Carlos Gemignani y Ana María Figueroa.

Ya se habían cruzado ferozmente hace un año, cuando debatían la inconstitu­cionalidad del acuerdo con Irán por la causa AMIA. Gemignani siempre sospechó que Fig ueroa había filtrado su voto contra el Memorándum al entonces secretario de Legal y Técnica de la Presidenci­a, Carlos Zannini. A partir de allí el gobierno kirchneris­ta activó la salida del tercer juez subrogante, Luis Cabral, y nombró abogados afines como magistrado­s subrogante­s. El fallo nunca llegó a emitirse porque el gobierno de Mauricio Macri desistió de validar el pacto con Irán, pero las heridas entre Figueroa y Gemignani nunca cicatrizar­on.

Suelen pelearse en cada acuerdo y hasta sus colegas les piden que dejen de lado las diferencia­s, contaron a PERFIL testigos de la relación, pero esta vez la guerra fría tomó una temperatur­a inesperada. Durante la feria judicial, Gemignani ocupó la presidenci­a de Casación y quiso revisar el contenido de unas cajas que estaban arrinconad­as en una sala de audiencias. Incluso, se lo comentó telefónica­mente al presidente de Casación, Alejandro Slokar, pero el vocal de Justicia Legítima le dijo que esperaran hasta el lunes, al retomar la actividad tras la feria judicial. Gemignani no esperó: el jueves por la mañana ordenó a la secretaria letrada María Amelia Expucci, que trabaja con Figueroa, que hiciera un inventario sobre el contenido de las dudosas cajas. La joven reportó que debía consultarl­o con el otro juez de feria.

Pero Gemignani dispuso que policías la arrestaran y la denunció por “desobedien­cia e incumplimi­ento de deberes”. La chica se fue llorando al destacamen­to policial y, dos horas después, al ser liberada, acusó al camarista por privación ilegal de la libertad. Para esa altura, los tribunales federales ya eran un hervidero y la única duda a despejar era: ¿qué había en las famosas cajas?

La respuesta la dio el propio Gemignani al hablar ayer con los periodista­s: monitores, computador­as y hasta dos televisore­s de 55 pulgadas que había mandado de regalo el año pasado el entonces ministro de Planificac­ión, Julio De Vido.

Casación había decidido no aceptar el material, contó a este diario un camarista, pero recién ahora, con este escándalo, supieron que la jueza Figueroa los había aceptado sin notificar a sus colegas. Gemignani sostuvo que la actitud de Figueroa tenía “olor a dádivas” y la acusó en el Consejo de la Magistratu­ra. Pero Gemignani (premiado por su labor en la Justicia en 2015) también fue denunciado en la Magistratu­ra.

El lunes próximo, además, la fisca l Pa loma Ochoa lo acusaría penalmente por privación de libertad y abuso de autoridad. La cuestión de género no quedaría afuera. “Por qué se recibió el material de Planificac­ión debería ser objeto de una denuncia, pero eso no justifica una detención arbitraria”, señalaron en tribunales.

 ??  ??
 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL ?? CRUCES. El juez Gemignani apuntó contra su colega Figueroa por TV y monitores que había mandado el ex ministro.
FOTOS: CEDOC PERFIL CRUCES. El juez Gemignani apuntó contra su colega Figueroa por TV y monitores que había mandado el ex ministro.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina