Aumenta la ocupación de los feedlots
Fue el mejor julio de los últimos cuatro años. Los corrales llegaron al 72% de capacidad. La incógnita sigue siendo cuál será el precio del novillo gordo cuando salga al mercado.
Para ser rentables en el negocio ganadero, la tendencia de los últimos años ha virado a que gran parte de la hacienda que se destina a mercado interno pase en algún momento por corrales de engorde. Esto ha permitido liberar más hectáreas para la agricultura y a su vez mejorar la eficiencia ganadera. Ahora, la mentada Cuota 481, que implica la exportación de carne con cien días de engorde a corral, también ha llevado a que la carne con destino de exportación también tenga su paso por los feedlots.
Julio reactivó la tendencia de mejora en los corrales y alcanzó el 72% de ocupación, lo que marcó por segundo mes consecutivo un aumento en la cantidad de animales ingresados a los sistemas intensivos. El último informe de la Cámara Argentina de Feedlot indica que las señales positivas que mostró mayo para el negocio se mantienen. “Más allá de continuar con un pre- cio del maíz muy elevado, la mejor relación entre la compra de invernada y la venta del animales a faena se mantiene y los valores de ternero y novillito gordos continúan cercanos sosteniendo el in- terés por llevar al mercado animales terminados más pesados mejorando la eficiencia del sistema”, indicaron desde la CAF. A pesar de esta foto positiva al promediar el año, desde la entidad recordaron que todavía hay cosas que no están claras: “Sabemos que es incierto el valor que tendrá el novillo/ternero gordo dentro de tres o cuatro meses cuando se vuelquen al mercado los animales hoy encerrados. Esta abundante oferta es probable que durante este año no sea tan marcada por diferentes motivos: productores que optan por terminar animales con más kilos; mercados que exigen animales más pesados; y la disminución de las eficiencias de conversión en algunas regiones por efecto del clima sumado a la retirada de los encierres zafreros por el valor del maíz. Lo anterior hará que el envío de animales a faena sea más gradual”, indicaron.
Además de esto, el mercado continúa valorizando la calidad y la homogeneidad que aportan los animales terminados en feedlot, lo que se traduce en una diferenciación de esta hacienda al momento de la venta. Más allá de la coyuntura, el feedlot transita un momento de cambio en la producción en el que la eficiencia pasa a ser clave y donde puede consolidar toda la cadena de cara a las expectativas de un consumo interno cada día más exigente y de los nuevos mercados demandantes