Bergoglio pidió por refugiados en el vía crucis
Tras visitar Auschwitz y Birkenau, el papa Francisco presidió ayer en Cracovia un original y moderno vía crucis con los jóvenes que asistieron a la Jornada Mundial de la Juventud, durante el cual clamó por los “excluidos” de todo el mundo: pobres, enfermos, presos, desempleados, perseguidos, refugiados y emigrantes. “¿Dónde está Dios si en el mundo existe mal, si hay gente que pasa hambre, que no tiene hogar, que huye, que busca refugio?”, se interrogó ante una muchedumbre en la explanada de Bolonia.
Durante su alocución, también se refirió a su recorrido por los campos de concentración nazis, donde no había pronunciado un discurso. “La crueldad no cesó en Auschwitz y Birkenau. Hoy se tortura. Muchos hombres y mujeres viven como animales en cárceles superpobladas. Esa es la crueldad de hoy”, aseguró.
Al llegar a Polonia, Jorge Bergoglio había afirmado que el mundo estaba “en guerra”, concepto que repitió ayer. “Vi la crueldad de hace setenta años. Hoy en muchos lugares en que se está en guerra ocurre lo mismo”, reiteró. Vía crucis. En Cracovia, el Papa encabezó un multitudinario vía crucis. “Abrazamos con especial amor a nuestros hermanos sirios, que huyeron de la guerra. Los saludamos y acogemos con amor fraternal y simpatía”, dijo al término de las 14 estaciones, comentadas e ilustradas por bailarines de danza clásica, con videos y música para narrar los dolores y males del mundo moderno.
En la pr i mera estación, dedicada a Jesús condenado a muerte, los organizadores denunciaron uno de los dramas que azota a Europa, el de los migrantes. “Jésús, has sido condenado a muerte junto con los 30 mil refugiados que perdieron la vida en el Mediterráneo en los últimos años. ¿Quién firmó esa sentencia?”, se preguntó uno de los participantes.
El sobrio espectáculo, con bailarines que formaban figuras acompañados por una