Tan sólo algunos instantes de sentimientos genuinos
RAMS: LA HISTORIA DE DOS HERMANOS Y OCHO OVEJAS Título original: Hrútar Dirección y guión: Grímur Hákonarson Intérpretes: Sigurður Sigurjónsson, Theodór Júlíusson, Charlotte Boving y Jon Benonysson Origen: Islandia / Dinamarca / Noruega / Polonia (2015) Duración: 93’
Superemos lo obv io: sí, justo apenas después de Islandia y su revelación futbolística, llega un estreno islandés. Pero Rams, al contrario de aquella épica, es un film que apunta a todos los lugares exitistas que un festival como Cannes, limitado en su interés desde hace varios años, requiere y agobia. Puede que Rams no busque eso intencionalmente, pero es cierto que su complacencia con determinado tipo de personajes no la ayuda. Tampoco su extraña combinación de comedia seca y sentimientos deshidratados entre hermanos.
Dos hermanos viven en casas contiguas pero no se hablan. De hecho, parece que se aborrecen, sobre todo considerando la competencia ovina que se da entre ellos y sus ganados allí en el norte de Islandia. Pero de repente, su modo de vida es amenazado. Las ovejas deben dejar de ser un modo de vida debido a un virus y allí comienza un extraño reencuentro entre ellos.
La película es simple, segura, pero su simpleza, al menos en varios instantes, parece tan diseñada que muchas veces se termina atentando contra sus virtudes (sin dudas, los hermanos y sus instantes, no tanto así esos instantes que exigen demasiado a la comedia, o cierto patetismo camuf lado, de personajes secundarios). Entonces, ese aire inhóspito que la película aprovecha termina siendo una de sus virtudes. Pero también termina siendo una limitación: todo gira en torno a una idea escueta de que aquello que nos cautiva por extrañeza debería tener potencia en la pantalla de por sí. Allí es donde todo termina siendo una apuesta entre descarada e inocente de explotación. Hay pequeños instantes, casi fulgores, de sentimientos genuinos pero terminan siendo extorsionados por la forma en que se los muestra.