Contactos con Brasil y Paraguay para desplazar a Maduro
Los presidentes Mauricio Macri, Michel Temer (Brasil) y Horacio Cartes (Paraguay) coincidieron ayer en Río de Janeiro en los actos por la inauguración de los Juegos Olímpicos. El tema central de la agenda común es la crisis del Mercosur, desatada por la resistencia que genera la presidencia pro tempore de Nicolás Maduro, jefe de Estado de Venezuela.
Finalmente la reunión de trabajo se concretó, pero la canciller Susana Malcorra reemplazó a Macri. El presidente argentino participó más tarde de la recepción organizada por Temer en el Palacio de Itamaraty, antes de asistir al acto de apertura en el mítico estadio Maracaná. Durante la recepción hubo una charla breve entre los tres mandatarios, en la que confirmaron la decisión de desplazar a Venezuela de la presidencia. El contacto entre Temer y Macri fue el primer cara a cara desde que el presidente brasileño interino asumió en mayo.
La decisión de los tres países sería esperar hasta el 12 de agosto, fecha en la que Venezuela debería completar una serie de cumplimientos de tratados del Mercosur, algo que no ocurriría y podría ser utilizado como excusa para apartar al país de la presidencia del bloque.
Los tres gobiernos coinciden en la necesidad de encontrar una solución ante el rechazo que despierta la presidencia de Venezuela del bloque. En particular, confirmaron fuentes diplomáticas argentinas y extranjeras, el temor es que este conflicto condicione la capacidad del bloque de avanzar en acuerdos comerciales con la Unión Europea, Canadá y la India.
Argentina avanzó la propuesta de una conducción co- legiada, pero la delegación de Paraguay también sugirió que sea Macri quien reemplace a Nicolás Maduro como presidente pro tempore del bloque. El objetivo, argumentaron calificadas fuentes de la diplomacia argentina, es llegar a una solución acordada.
Ocurre que, en términos formales, el desplazamiento de Maduro requeriría una vota- ción unánime. Los votos de Paraguay, Argentina y Brasil están alineados. Con una postura más suave, también hay apoyo de Uruguay. El problema es que Bolivia es un país aliado al régimen bolivariano. Por eso crece la posibilidad de esperar al 12 de agosto y utilizar los incumplimientos de Venezuela como una razón que evite el posible veto boliviano.