Mapa del robo de celulares.
Balvanera, Palermo, Caballito y Belgrano, zonas porteñas con más denuncias.
Cabildo y Juramento, la 9 de Julio, Rivadavia, Jujuy, Juan de Garay, Corrientes y Santa Fe. Esas son las avenidas porteñas con más robos de celulares, uno de los fenómenos delictivos más numerosos en la Ciudad de Buenos Aires. Incluso, se cree que el índice de denuncias no refleja la cantidad de aparatos sustraídos, una tendencia que baja desde 2014 (11.063 robos) y 2015 (9429), pero que aún preocupa.
En el primer semestre de este año hubo 3.960 “arrebatos callejeros d e c elu la r e s ”. Enero fue el mes con más denuncias: 863. Lo siguieron marzo (738), febrero (680), mayo (617), abril (557) y junio (505). Entre los barrios más afectados, Balvanera se lleva el primer lugar con 504 robos. Lo sigue Caballito, con 260; Palermo, con 253; San Nicolás, con 237 y Flores con 227. Hace dos años, Recoleta cerraba la nómina con 656 arrebatos, pero fue desplazado por Caballito en 2015, que escaló hacia el segundo lugar durante el primer semestre de este año.
Los datos pertenecen a la Dirección de Análisis Criminal (DAC) del Ministerio Público Fiscal, un área creada en 2014 por la procuradora Alejandra Gils Carbó, con “el objetivo de identificar fenómenos criminales y elaborar un plan integral de intervención, articulando el trabajo hacia el interior del organismo para la persecución penal e impulsando el trabajo de otras agencias que colaboren con el objetivo de reducir el delito”, explicó su titular, el fiscal Diego García Yomha, a PERFIL. Es decir, “aplicar políticas públicas para reducir el delito”.
La DAC diseñó herramientas informáticas de visualización y análisis propias, a partir de los datos que arroja el sistema N2, el registro de casos con autores ignorados del Ministerio Público Fiscal de la Nación.
En el caso del robo de celulares, los analistas pudieron identificar y comprobar que los aparatos son robados en las avenidas principales de la Ciudad, donde la concentración de personas es mayor, y que la mayoría de los casos se dan en hora pico. Por ejemplo Santa Fe, a la altura de los barrios Retiro, Recoleta y Belgrano, y 9 de Julio, en los alrededores del Obelisco.
A la vez, lograron identificar que en esas mismas zonas se establecieron la mayor cantidad de “cuevas” de reventa. Tras el hurto, el celular es vendido en un radio de diez cuadras. Microcentro, Liniers y Once son los barrios con más locales que se dedican a revender los aparatos.
El robo de celulares no es sólo eso. “La visualización de la problemática a través de la herramienta desarrollada permite profundizar en otros aspectos que son los que nos dan la pauta de que cada uno de ellos se inserta en un universo mayor. La otra cara de esta
La mayoría de las denuncias se dan en horario pico y en lugares con mucho tránsito
moneda, que vuelve el asunto más complejo aún y respecto del cual como Dirección de Análisis no podemos no tomar nota, es que estos mercados ilegales son aquellos donde se consumen productos respecto de los cuales el mercado legal no alcanza –por falta de stock, por diferencias de precios, etc.– a satisfacer la demanda. Es decir, detrás de todo delito hay una conflictividad social subyacente a la cual le debemos prestar atención para comprender el fenómeno y tomar decisiones de política criminal que tiendan a reducir los aspectos violentos y que mayor daño causan socialmente”, apunta García Yomha.
La persona que sustrae un celular, el eslabón más débil de una cadena, no tiene el objetivo de utilizarlo, sino de colocarlo en mercados informales, en los cuales el aparato adquiere un valor agregado como consecuencia de las actividades llevadas adelante para poder reutilizar el teléfono: formateo del aparato; adulteración de IMEI; entre otros, maniobras que conllevan acciones ilícitas que son materia de la Justicia Federal.