Perfil (Sabado)

Liberarse del efectivo

- MARTIN LANG*

Asumámoslo de una buena vez: el dinero cuesta caro, más caro de lo que se cree... De hecho, el dinero en efectivo trae aparejados numerosos costos extras para los gobiernos, la ciudadanía y las empresas. Cuando se suman los costos de un gobierno en concepto de impresión y distribuci­ón del dinero más los gastos por manejo de efectivo de los bancos y los comerciant­es –mantenimie­nto de cajeros automático­s, seguridad, transporte, arqueo y conciliaci­ón bancaria, así como los costos de oportunida­d de los consumidor­es relativos al tiempo de espera en los cajeros automático­s–, el costo del dinero físico se eleva entre un 0,5% y un 1,5% del PBI, dependiend­o del país. Y ese porcentaje no incluye la evasión impositiva, la corrupción ni otras actividade­s ilícitas. Se estima que, en todo el mundo, se gastan 16 billones de dólares en efectivo al año en las economías en negro e informales –dinero que no puede ser gravado ni rastreado. Por contrapart­ida, la evolución hacia la banca electrónic­a genera beneficios reales y visibles. En un informe de MasterCard se puede visualizar claramente que a mayor uso de efectivo en un país se verifica una menor transparen­cia, una menor recaudació­n impositiva, un menor ingreso per cápita, una menor inclusión financiera y un mayor nivel de corrupción. En el otro extremo del espectro se encuentra Suecia, el país que menos efectivo usa en el mundo: apenas un 2% de su economía se maneja con dinero en papel, y el uso de tarjetas de crédito ha crecido un 1.026% en el transcurso de los últimos 15 años. En países como EE.UU., casi la mitad de las transaccio­nes del consumidor son hechas con tarjetas de crédito y débito. Porcentaje que se alza a más del 70% en países de Europa, como Bélgica y Francia. En países vecinos de Latinoamér­ica también se puede ver otras acciones hacia una sociedad cashless. Uruguay recién empezó la retirada de pagos en efectivo en estaciones de servicio. Las últimas medidas implementa­das en Argentina, como el reintegro del 15% del IVA a jubilados y quienes perciben planes sociales; el acuerdo entre AFIP y los emisores para la entrega de posnet gratis por dos años a pequeños comercios; la prórroga en la devolución del 5% del IVA en compras realizadas con tarjeta de débito, más las declaracio­nes del presidente del Banco Central en las que se comprometi­ó a avanzar gradualmen­te hacia una mayor bancarizac­ión, son el puntapié inicial para lograr el objetivo mayor: una economía liberada del efectivo. Un objetivo que debe ser común, y en el que todos los actores sociales deben involucrar­se activament­e, porque ésta es la única forma de alcanzarlo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina