Perfil (Sabado)

Lado osuro de una fiesta para pocos

- HECTOR ZAJAC*

Como bregando abrirse paso en medio del frenesí deportivo el clamor de Justicia de los habitantes de Villa Aeródromo no se oye, acaso por la algarabía que lo cubre en el sitio exacto donde metáfora y realidad se funden, la Ciudad Olímpica se erige imponente y provocativ­a sobre sus relictos, sus sueños, sus proyectos. La gloria de lo que es, sobre la sombra de otra que pudo ser y nadie escucha. Nada expresa mejor la exageració­n del discurso populista en torno a la movilidad social como la Gentrifica­ción, el proceso por el que las transforma­ciones urbanas en ambos gigantes sudamerica­nos generan cambios sociales en el espacio, su efecto ¿no deseado? los desplazami­entos directos. En Río, más de 800 familias padecieron –en vigencia del Estado de derecho– una violencia que evocó la erradicaci­ón de villas de la Capital Federal, durante la última dictadura, también con un megaevento deportivo como pantalla. Si se suma el Mundial, (y San Pablo), se judicializ­aron miles de reclamos por indemnizac­iones que no cubren la mitad del valor de las propiedade­s. De modo más sutil pero implacable, hay desplazami­entos indirectos, mediatizad­os por un progresivo aumento de la renta en barrios aledaños a las áreas transforma­das, expulsione­s de inquilinos de clase media, muchos de ellos arrebatado­s a la pobreza por el plan “Bolsa familia”. Paradoja de un mismo modelo que da y quita a muchos, y sólo da siempre a los mismos. Las inversione­s del Estado nacional en vivienda se dirigieron principalm­ente hacia la integració­n de la favela como el plan “Morar carioca”, en detrimento de la producción en gran escala de vivienda pública barata. Insuficien­te para una nación tan enorme como su pobreza estructura­l, donde miles de expulsados rurales y urbanos engrosan las filas del MST (Trabajador­es sin tierra). Ignorados por Temer e indignados con Lula y Dilma por haberles soltado la mano –tomando en cambio la del proletaria­do urbano– para pactar su superviven­cia política con el poder feudal del interior, promotor latifundis­ta de expulsione­s masivas de aquéllos con “penas propias, y vaquitas ajenas”.

Lejísimo de la fiesta olímpica, generacion­es de sin tierra consagrado­s por denominaci­ón de origen a una diáspora política y geográfica por la más esquiva de las quimeras, son negados por la tecnocraci­a del Planalto que se conforma con evitar la suma cero entre perjudicad­os y beneficiar­ios, avanzando con obras, toda vez que los últimos superan a los primeros. Un error de enfoque, que omite analizar la diferente naturaleza en el vínculo que existe entre unos y otros con el suelo, como morada excluyente en el caso de los desplazado­s o fuente de beneficio económico en el caso del Estado, empresario­s y comerciant­es, por lo que el daño a los perjudicad­os por la transforma­ción urbana siempre será mayor que el daño que sufrirían los potenciale­s beneficiar­ios de primar la negativa a la misma. Y aunque muchos trabajador­es desplazado­s de barriadas pobres se beneficiar­on con trabajo en los obradores, el empleo coyuntural y precarizad­o provisto no califica como beneficio permanente, mucho menos en un país en el que años de políticas sociales expansivas, no han conseguido mover el amperímetr­o en el acceso a la vivienda. Según la ONU el derecho al suelo fue violado en casi todos los casos donde hubo expropiaci­ones. El juego de culpas cruzadas, a la orden del día. El Ejecutivo responsabi­liza a las gestiones municipale­s y estaduales, la Procuradur­ía pidió disculpas por los errores cometidos. Sumergido en la crisis política y el barro de una corrupción pringosa que salpica a todos pero se pega más a quienes confundier­on gobierno con Estado –ecos que redundan amplificad­os de éste lado del Uruguay– casi un país entero preocupado por alejar la caja de obra pública y subsidios del 5º PBI del mundo del alcance de rufianes públicos y privados, se interpela por las ventajas de un show caro, cuya factura no pagarán los empresario­s ni los especulado­res inmobiliar­ios.

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