Asimilar es la palabra
A pesar del declamado interés en la reunificación de la península coreana (tiene un ministerio a tal efecto, planes especiales para desertores y varios institutos que estudian las relaciones entre ambas Coreas desde cualquier punto de vista imaginable), en Seúl conocen las dificultades internas de su vecino y la amenaza que representaría para su propia economía un derrumbe del sistema comunista, tal como sucedió en Europa a partir de los años 90. El país no podría “absorber ” al Nor te, tal como hizo Alemania occidental con la oriental, a un costo estimado en dos billones de euros. “La prioridad es mejorar la situación económica del Norte y después hablar sobre la reunificación”, dice el especialista Lee Wonik. “Nosotros preferimos pensar en una ‘asimilación’ antes que en una ‘unificación’”, agrega. Algo que al día de hoy se ve lejano, ante la arrogancia nuclear de su vecino. Oficina 39, una organización secreta que pertenece al Partido de los Trabajadores de Corea del Norte y cuyo objetivo es alimentar una “caja negra” destinada a los dirigentes del régimen.
Los servicios de inteligencia estadounidenses acusan a la Oficina 39 de supervisar varias actividades ilegales, como la falsificación de dinero o el tráfico de drogas.
Los dos medios dicen que este responsable vivió durante dos década en Europa, aunque no dan precisiones sobre los cargos oficiales que ocupó.
Yonhap informa que el desertor pidió asilo inicialmente a Estados Unidos, que se lo rehusó.