Crece la ocupación en corrales de engorde por la demanda externa
“El feedlot tiene un papel tan importante como otras producciones. Es una herramienta válida y muy necesaria, que llegó para quedarse y sirve como un elemento para generar arraigo en una zona donde la ganadería quedó desplazada”, señaló Ulises “Chito” Forte, presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) en una jornada a campo organizada por la entidad en Los Molinos, provincia de Santa Fe.
Forte añadió: “Si hubo algo bueno en el kirchnerismo, aunque cuesta encontrarlo, es que regionalizó las necesidades ganaderas, entonces hay zonas de cría, de invernada y feedlots. El mundo demanda carnes y Argentina está en condiciones de producirlas. Tenemos que recuperar el número de cabezas y kilos de faena, terminando con el ‘ternericidio’ para recuperar lo que perdimos y apostar a más, sin descuidar lo más valioso, que es el mercado interno. La ganadería argentina es ‘salario digno dependiente’, porque el 90% se consume acá y depende del poder adquisitivo de la gente. Si producimos la mejor carne del mundo, tenemos derecho a comerla”.El encuentro convocó a unas mil personas interesadas en conocer los avances en el engorde a corral en una zona donde el cultivo de soja, además de los rendimientos, ofrece mayor rentabilidad a los productores por su cercanía con el puerto de Rosario.
Roberto Guercetti, director de la Cámara Argentina del Feedlot (CAF ) señaló a PERFIL: “Estamos con un 72% de ocupación en los corrales a nivel nacional, es decir un 7 a 10% más con respecto a años anteriores”.
Guercetti opina que la actividad está con rentabilidad “pero sin crecimiento exponencial. Se irá ajustando la cría, la recría y el engorde en una situación normal con crecimiento sustentable en la medida que los frigoríficos vayan requiriendo para sus necesidades de exportación”.
En cuanto al contexto internacional, el directivo de la CAF opina que la demanda de carnes es extraordinaria y diversificada, con cortes de alto valor para mercados como los de Estados Unidos y Canadá, otros de valores normales para Rusia y más bajos para China. Guercetti señala que “en la medida en que tengamos que hacer cortes especiales para Europa y Estados Unidos, quedarán cortes de ‘segunda’ para otros países”.
La expansión de la producción ganadera debe ser acompañada por nuevos estándares en la clasificación de los cortes. Guercetti indica que “tenemos una tipificación de hace más de cincuenta años, con una clasificación de categorías por tamaño, peso, edad, cobertura de grasa. Hay que empezar a mirar la carne por la grasa intramuscular, la terneza, el color, el ojo de bife como piden en otros países. Pensar la tipificación en función de lo que piden los mercados externos también tendrá que ver con el cuidado del medio ambiente, el bienestar animal y el uso de los fármacos”.