Macri intenta que chinos y rusos bajen el costo de las represas
Se comprometerá ante sus pares de China y Rusia a hacer las obras pero pedirá mejores tasas de
El eje de las dos reuniones principales que el presidente Mauricio Macri mantendrá en China, en el marco de la cumbre del G20, estará puesto en mejorar las condiciones de los acuerdos firmados por el kirchnerismo. Se trata de los encuentros cara a cara con sus pares de China y Rusia, en los que busca conseguir un mejor precio para las obras que esos países financiarán aquí.
El comienzo del mandato de Macri estuvo signado por un giro hacia Occidente en las relaciones internacionales, dejando en un plano secundario los aceitados vínculos que Cristina Kirchner había conseguido con China y Rusia. Ahora, esas relaciones, que implican millonarios acuerdos, volvieron a acaparar la atención presidencial.
“El objetivo, en ambos casos, es ratificar que se van a cumplir todos los compromisos asumidos por el país, pero negociando las condiciones”, explicó una fuente con despacho en la Casa Rosada.
Los chinos, a través de la firma Gezhouba, forman parte de la unión de empresas que construirán las dos represas en la provincia de Santa Cruz (junto a Electroingeniería, empresada sindicada como cercana al kirchnerismo). Después de negociaciones, el Gobierno logró que el proyecto se redujera (pasará de tener once a ocho turbinas), lo que significará una inversión menor pero también disminuirá el impacto ambiental. Dos fuentes que siguen esas negociaciones explicaron que
hoy el único impedimento para que empiecen las obras es un estudio de impacto ambiental que está preparando el Ministerio de Ambiente. No obstante, descuentan que en el fondo es una estrategia para seguir negociando aspectos vinculados al financiamiento. De todas formas, ya hay un compromiso para que los trabajos se abran a fin de año.
Según detalló el embajador argentino en China, Diego Guelar, las inversiones que llegarían superan los US$ 25 mil millones (ver página 4). Hay en carpeta dos centrales nucleares (una todavía en tratativas), la recuperación del Belgrano Cargas, dos gasoductos e inversiones en energía solar.
“Son acuerdos que heredamos”, afirman en Gobierno, donde explican que al llegar al poder tuvieron que hacer un análisis de cada uno de ellos. Las negociaciones entre los equipos técnicos para rever las condiciones fueron prosperando, y desde todos los sectores (gobiernos y empresas) esperan que todo quede consolidado después de las reuniones bilaterales.
Con Putin. El encuentro de esta mañana con el presidente ruso tendrá también una represa en la mira: la de Chihuidos, en Neuquén. En ese caso, el Gobierno ya solicitó una rebaja en la tasa de financiamiento que había acordado la administración kirchnerista (6,5%). Los rusos ya habrían aceptado, pero igual el macrismo estaría pidiendo una rebaja superior.
En ese caso, las dos empresas mayoritarias son Helport (de Eduardo Eurnekian) y Panedile, mientras que las rusas Inter Rao y Power Machines figuran como subcontratistas y serán las proveedoras de las turbinas y los equipos generadores. El financiamiento lo pondrá el Banco de Desarrollo y Comercio Exterior de Rusia.
En el ambiente de la obra pública se da por descontado el desembarco de empresas estadounidenses al país, por lo que el análisis es que tanto rusos como chinos no querrían perder posiciones.
Será la primera vez que Macri se reúna con Vladimir Putin (anteriormente tuvieron una conversación telefónica). Y la segunda con el anfitrión, Xi Jinping (se reunieron en abril, en Washington). Con los dos buscará concretar los acuerdos, pero con mejores condiciones.