Perfil (Sabado)

El dolor de lo que nunca volverá

- JUAN CARLOS FONTANA

Ariel Rotter esquiva hábilmente el melodrama para referirse a la vida de una mujer que vive el duelo por la pérdida de un ser querido, su marido, que junto al hermano de ella murió en un accidente y la dejó con dos niñas, la compañía de su madre y una mucama.

Como en el cine del francés Robert Bresson, Rotter escapa a todo artificio. Ver su nuevo film, después de El otro (2007), con el que ganó el Oso de Plata en Berlín, es ser testigo del dolor de un personaje en la faceta más depurada del duelo, del dolor ante lo irrecupera­ble. Esa pérdida que le cuesta asumir a Luisa la invita al ritual de abrazar las camisas y los sacos de su esposo y quedarse en silencio, como intentando aprehender los sentimient­os del que partió. Por eso, a veces, los más cercanos no entienden sus miradas. No entienden esa mezcla de ternura y terror, que ahoga las palabras.

Filmada en blanco y negro y ambientada en los 60, esta película se percibe como una experienci­a muy personal del director; se podría decir que es una catarsis tanto de Rotter como de su personaje.

El cineasta convierte casi en un intruso al espectador al permitirle observar a ese ser humano en la intimidad, que con gran esfuerzo intenta cicatrizar sus heridas, mientras el tiempo parece detenerse. También es cierto que, en algunas escenas, el director se quedó algo anclado en la necesidad de acompañar a su protagonis­ta en esa travesía y se vuelve repetitivo, lo que obliga a la actriz a una introspecc­ión algo desmedida.

El film se desliza por una austeridad, un estilo tan depurado, que desconcier­ta y conmueve. Erica Rivas en el papel de Luisa es una actriz irreemplaz­able.

 ?? DCA ??
DCA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina