Perfil (Sabado)

Marisa, el otro blanco de la acusación de corrupción

- FACUNDO F. BARRIO

La acusación formal por supuestos actos de corrupción contra Luiz Inácio Lula da Silva presentada esta semana por el Ministerio Público Federal de Brasil colocó en el centro de la escena a la esposa del ex presidente, Marisa Letícia Rocco, a quien los fiscales también apuntaron por presunto lavado de dinero.

La ex primera dama es una pieza clave en la trama por la que el MPF denunció a su marido: las gestiones que hizo el matrimonio para comprar un lujoso tríplex en el balneario de Guarujá, y que ahora son objeto de las pesquisas de los fiscales, se hicieron a su nombre.

Lula fue denunciado por corrupción pasiva y lavado de dinero; su esposa, por lavado. El MPF afirma que el matrimonio recibió dádivas por un valor de cerca de 1,1 millones de dólares por parte de una empresa involucrad­a en el escándalo del Petrolão, la constructo­ra OAS, que les habría pagado refaccione­s y decoracion­es en el departamen­to de Guarujá. A cambio, OAS habría sido beneficiad­a con contratos de Petrobras.

Aunque el procurador del MPF, Roberson Pozzobon, admitió que no existen “pruebas cabales” de que el tríplex pertenecie­ra a Lula y Marisa L etícia, el f uncionar io dijo que sí hay “evidencias” de que la propiedad real del departamen­to, registrado a nombre de OAS, era del ex matrimonio presidenci­al.

Los abogados de Lula niegan tajantemen­te que el departamen­to pertenezca a su cliente. Aducen que el ex mandatario estuvo sólo una vez en el tríplex, cuando evaluaba una posible compra de éste. Explicaron que, en 2005, Marisa adquirió una cuota parte en un emprendimi­ento inmobiliar­io cooperativ­o en Guarujá. Pagó las cuotas mensuales hasta 2009, cuando el proyecto fue transferid­o por sus antiguos emprendedo­res a OAS. Según los abogados de Lula, la ex primera dama no adhirió al nuevo contrato con la constructo­ra, sino que conservó el derecho de solicitar

Marisa es una pieza clave en la denuncia contra Lula: las gestiones que hizo el matrimonio para comprar un lujoso tríplex supuestame­nte con dinero del Petrolão fueron hechas a su nombre.

Marisa visitó el la devolución de lo depositado hasta entonces.

En 2014, el matrimonio visitó, junto al entonces presidente de OAS, Léo Pinheiro, uno de los departamen­tos del edificio para evaluar su posible compra. Los abogados admiten que Marisa y su hijo Fábio Luís volvieron luego a visitar el tríplex, cuando estaba en obras. Sin embargo, en 2015, el matrimonio finalmente decidió no comprar el departamen­to y reclamó la devolución de la cuota parte.

El ex presidente teme que la Justicia dicte la prisión preventiva contra su mujer

Indignado. El miércoles pasado, durante una reunión de la dirigencia petista en San Pablo, Lula recibió las primeras noticias sobre la acusación del MPF. Según los asistentes, se mostró indignado por la inclusión de su esposa en la denuncia. El diario Estado de S. Paulo publicó ayer que Lula les habría manifestad­o a sus colaborado­res su temor a que el juez Moro dicte la prisión preventiva contra Marisa. A esta altura, nada debería sorprender.

POR UN TRIPLEX EN GUARUJA

departamen­to mientras era construido acompañada por el presidente de la OAS, una de las empresas más comprometi­das en el escándalo de Petrobras.

Según la defensa, Lula y su mujer finalmente no compraron el tríplex.

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FOTOSPUBLI­CAS.COM COMPAÑEROS. Marisa Letícia Rocco, ex primera dama, quedó en el centro de las sospechas.

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