Rodríguez Larreta juega su futuro político a una alianza con los inversores inmobiliarios
A la sombra de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta va en busca del sello propio. El alcalde tiene una doble estrategia para dejar su marca en la Ciudad y volver más verosímil su ambición presidencial. Por abajo, cercanía con los vecinos y promover una ciudad peatonal, verde y en la que hasta los perros y los gatos puedan viajar en subte. A nivel macro, planea una decena de megaobras, venta de espacios públicos y la modificación del Código de Planeamiento Urbano, un proyecto sobre el que los grandes desarrolladoras inmobiliarias empezaron a influir.
Con vistas a la modificación del Código (que establece qué se puede construir en cada sector de la Ciudad) desde el gobierno porteño calculan que hay un 40% de la Capital que no está consolidada. Sobre esa porción, que a su vez podría llevar la cantidad de habitantes porteños de tres a cinco millones, pusieron sus ojos (y sus intereses) los actores del real state. El larretismo calcula que en marzo del año que viene enviará el proyecto de ley para concretar el cambio.
Mientras tanto, la reforma se empezó a analizar por: el Consejo del Plan Urbano Ambiental (integrado por representantes del gobierno y la Legislatura), la Sociedad Central de Arquitectos y el llamado Foro de Desarrollo Urbano. Ese foro fue creado vía una resolución del gobierno en junio pasado, para que asesore al Ministerio de Desarrollo Urbano, conducido por Franco Moccia.
Entre los invitados por el larretismo para discutir ahí el futuro de la Ciudad figuran los desarrolladores más poderosos de la Argentina: Eduardo Costantini, Eduardo Elsztain (principal accionista y presidente de IRSA), Milagros Brito (titular de Vizora), Rudi Boggiano (presidente de Constructora Sudamericana), Toribio Pablo de Achával, Justo Solsona y Federico Weil (CEO de TGLT), entre otros. El foro ya tuvo dos reuniones en el Palacio Lezama, en las que participaron varios de los invitados, como Costantini, Solsona y Weil.
“El nuevo Código se debe a que las desarrolladoras están exigiendo seguridad jurídica y apertura de nuevos mercados para realizar inversiones que este gobierno necesita”, señala el abogado Jonatan Valdiviezo, titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad. Al no ser convocados al foro, esa organización presentará un amparo para ser incluida. Según el cálculo del Observatorio, desde 2007 a la fecha el PRO vendió o concesionó 200 manzanas públicas, ya sea por ley o decreto.
Desde el gobierno rechazan esa intención oculta en el proyecto de reforma, a pesar