Mejora la fertilización de suelos pero está lejos del balance óptimo
Entre los meses de enero y agosto del corriente año el consumo de fertilizantes alcanzó un total de 1.539.000 toneladas; mientras que en el mismo período de 2015, había llegado a 1.026.000 toneladas. Lo que representa un aumento de poco más del 50%.
Luego de los datos que proporcionó la asociación civil Fer ti li za r, hasta el propio ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, salió a celebrar la noticia. “Esto es un signo de la reactivación del sector agroindustrial. Los productores invierten más y apuestan al paquete tecnológico”, aseguró el ministro Buryaile y además agregó que “las medidas que tomamos están teniendo un impacto económico, social y también ambiental, ya que impulsamos el cuidado de los suelos y la rotación de cultivos”, indicó el titular de la cartera agropecuaria.
Por su parte, la gerenta ejecutiva de Fer tilizar, María Fernanda González San Juan, también celebró la noticia pero no desestimó que aún es un camino muy largo el que hay que recorrer. “Claro que siempre es positivo escuchar sobre esta clase de mejoras, pero no debemos olvidar que lo estamos comparando con uno de los peores años en cuanto a reposición de nutrientes”, indicó al hacer referencia a 2015.
Los datos, brindados por Fertilizar, demuestran que durante el segundo cuatrimestre del año (mayo-agosto), el despacho de fertilizantes fue casi un 58% más que el mismo período del año anterior. Pasó de 770 mil toneladas en 2015 a 1.218.000 toneladas en 2016. Según la entidad, este incre- mento estuvo signado por la mejora en las condiciones de cultivo de los cereales de invierno.
“Sin dudas el paquete de producto aplicado mejoró”, indicó González San Juan. “Creemos también que hubo mejoras importantes en cuanto a las dosis aplicadas. Este año, con una excelentísima relación insumo-producto como no la veíamos desde hace años, es de esperar que los productores busquen aplicar paquetes de mayor tecnología”, agregó.
Vale considerar que en esta parte del año comienza a jugarse la siembra de los granos gruesos, cuya demanda de nutrientes es todavía más im- portante, especialmente en el caso del maíz, gramínea altamente receptiva a la mejor fertilización. “Como siempre, todo arranca con un buen análisis de suelo para saber cuánto hay que aplicar, de acuerdo a cada nutriente, para que el balance entre lo que extraemos con los cultivos y lo que aportamos sea sustentable. Por ahora estamos lejos de eso. En Argentina la relación es de un 30%, aproximado, entre lo que sale y lo que se aplica”, agregó González SanJuan, quien pidió especialmente actuar este año teniendo en cuenta los números altamente favorables.
Teniendo en cuenta los valores del maíz y de la urea se establece una relación de 2,1 toneladas de grano para adquirir 1 de fertilizante contra la media de los últimos 15 años, que ha sido 3,6 a 1. En el caso de la oleaginosa, con los actuales valores del fosfato diamónico, se deben vender 1,80 toneladas de soja para comprar una del fertilizante. También este caso resulta positivo en la relación puesto que la media desde 2012 hasta este año fue de 2,2 t.
Si bien los precios tienden a la baja por la espectacular cosecha norteamericana, lo bueno es que los fertilizantes se mantienen planchados. Una buena noticia para trabajar pensando en la sustentabilidad.